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Pieza fundamental

Los chinos importan desde los EE.UU., Japón, Taiwán y Corea del Sur, el 90% de los semiconductores que utilizan

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Pieza fundamental

Al comprar un teléfono inteligente hecho en China es normal que pensemos en dos cosas. Una es que suelen ser más baratos que los de otras procedencias porque no son tan buenos como ellos. Y la otra es que todo el aparato fue fabricado allá. En ambas cosas podemos estar equivocados.

En cuanto a la calidad, los chinos han desarrollado (copiado, según sus críticos) muchas de las características más sofisticadas de Samsung, Apple y otros fabricantes. Salvo las últimas innovaciones, los dispositivos chinos ofrecen una buena relación de valor entre su precio y su funcionalidad.

Pero el asunto de lo que tienen dentro es de mayor trascendencia económica. Resulta ser que en la generalidad de los casos la pieza fundamental de esos teléfonos no ha sido producida en China. Nos referimos a los semiconductores, esos famosos chips que forman ya parte habitual de nuestro vocabulario, y que son el material con el que se ensamblan los procesadores que le confieren a los teléfonos el atributo de ser calificados como inteligentes. A los teléfonos, y a cualquier otro artefacto que pretenda alcanzar esa designación.

Los chinos importan desde los EE.UU., Japón, Taiwán y Corea del Sur, el 90% de los semiconductores que utilizan. Y compran mucho, pues los emplean tanto en los artículos fabricados para atender la demanda interna, como para cubrir sus grandes volúmenes de exportación. En el 2016 gastaron más de 230,000 millones de dólares en ellos, más de lo que pagaron por el petróleo que importaron.

A los chinos no les agrada esa dependencia de las importaciones respecto de un bien esencial para el adelanto tecnológico. Vieron cómo el gobierno de los EE.UU. puso de rodillas a la empresa china ZTE, la cual estuvo en fase de cese de operaciones al impedírsele adquirir componentes estadounidenses. Planean que para el 2025 el 70% de su demanda sea suplida por la producción nacional, un objetivo ambicioso dado que sus competidores siguen avanzando.

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