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Riqueza y poderío

Puede suceder, por lo tanto, que países más pobres, pero con instituciones apropiadas, prevalezcan sobre otros de mayor riqueza

Es común pensar que mientras más habilidades, propiedades y demás recursos tengamos a nuestra disposición, mejor podremos solucionar los problemas y alcanzar nuestros objetivos. A nivel nacional, un ejemplo de ello está en la creencia generalizada, compartida por muchos economistas, de que en un conflicto entre dos naciones de tamaño poblacional parecido, como podrían ser los EE.UU. y Rusia, Colombia y Venezuela, o la República Dominicana y Haití, el más rico (o menos pobre) de los dos tiene la ventaja y usualmente triunfa. Hace unos quince años, sin embargo, un historiador escocés, luego de una pasantía de un año en el Banco de Inglaterra, escribió un libro refutando ese criterio.

Niall Ferguson, antes profesor en Harvard y ahora investigador independiente, llevó a cabo una evaluación detallada de los conflictos bélicos internacionales y sus resultados, relacionándolos con el nivel de riqueza de los países involucrados. Para sorpresa de sus lectores, determinó que no era la riqueza en sí misma el factor crítico, sino la capacidad de los gobiernos para movilizarla a favor del esfuerzo bélico. Con ese propósito, jugaba un papel fundamental la posibilidad de orientar políticas e instituciones claves en un mismo sentido, como son las recaudaciones de impuestos, la investigación técnica, la industria y la política monetaria. Puede suceder, por lo tanto, que países más pobres, pero con instituciones apropiadas, prevalezcan sobre otros de mayor riqueza.

De hecho, la propia comodidad que la riqueza aporta puede modificar las instituciones en un sentido opuesto a la movilización, al incrementar la relación costo-beneficio de las intervenciones y posponerlas hasta que el rival se hace poderoso.

La actual coyuntura mundial, en la que países como China y Rusia están superando a los EE.UU., mucho más rico, en el Medio Oriente, África y Asia, podría servir de ilustración para esos controversiales puntos de vista.