Rutas eléctricas

El título de esta columna hace referencia a las vías por las que pueden circular los vehículos eléctricos. En principio, pueden recorrer cualquier ruta que los vehículos de gasolina, gasoil o gas propano utilizan, pero en la práctica están limitados por la disponibilidad de centros de recarga de sus baterías, especialmente los modelos que dependen totalmente de la electricidad sin contar con opciones híbridas.

Igual que sucedió con las estaciones de expendio de gas para vehículos, la disponibilidad de esos centros está condicionada a la demanda por sus servicios. Eso significa que será la presencia de los vehículos eléctricos en calles y carreteras la que estimulará la aparición de los establecimientos de recarga. El proceso puede ser inverso, sin embargo, si se cuenta con el necesario apoyo gubernamental.

Adelantándose a la demanda, a fines de diciembre pasado, Uruguay se convirtió en el primer país de Latinoamérica que cuenta con una ruta eléctrica. Las localidades conectadas fueron las de Colonia y Punta del Este, el afamado balneario, habiéndose instalado seis centros de recarga en la vía que las une. El mes próximo será abierto un segundo tramo, hasta la zona del Chuy. Entre uno y otro centro hay una distancia de alrededor de 60 kilómetros, a pesar de que la autonomía promedio de los vehículos eléctricos existentes allá fluctúa entre los 150 y los 300 kilómetros. Y, para fomentar su uso, el servicio es gratuito hasta el día 21 del próximo mes de marzo.

La prioridad uruguaya no fueron los vehículos, sin embargo. Primero se emplearon a fondo para transformar la matriz de generación de la energía eléctrica, disminuyendo su dependencia de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón, desplazándose a fuentes renovables como las provistas por hidroeléctricas y parques eólicos. Ahora, una vez cumplida esa transformación, se han fijado la meta de convertir a eléctrico todo el transporte.

Gustavo Volmar