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¿Cómo tratar con personas tóxicas en el trabajo?

“Me cuido de no tener personas tóxicas a mi alrededor; es que hasta me podrían convertir en uno de ellos”

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¿Cómo tratar con personas tóxicas en el trabajo?

Existen diferentes puntos para observar el inconveniente. Trataré tres sumamente relevantes con soluciones para lograr una mejor vida.

Los individuos tóxicos pueden aparecer por doquier. Lo más importante es que muy pocos de ellos somos nosotros... o sea, siempre son otros. Por esta razón debemos saber cómo comportarnos cuando los encontramos en nuestro camino. No queremos que nos contagien ni que influencien negativamente en nuestros resultados, ¿o sí?

Creo que todos hemos tenido que lidiar con una persona de esas que llamamos difíciles, de las que la gran mayoría no quisiera tener cerca. Sé que los niveles de tolerancia de las personas son diferentes, pero estos personajes uno prefiere no topárselos, y menos tener que trabajar con ellos.

Veamos los diferentes casos que nos pueden tocar:

Como compañero de trabajo. Aquel individuo que suele hacernos la vida imposible. Por lo general, se trata bien con el jefe (que posiblemente es parecido a él, de lo contrario, no trabajara bajo su mando) o quizá delante de él es un alma de Dios. Se alínea con el superior o lo critica sin cesar, pero detrás de él. Puede tocarnos uno de esos que todo se lo encuentra mal, es reactivo. Cualquier cambio que percibe se hará en la empresa se convierte en una revolución. Desde que llega en la mañana está echando a perder el ambiente con su negatividad y feos comentarios. Para lidiar con esta situación tenemos en principio tres opciones: o lo enfrentamos, lo que tiende a ser difícil; al darnos cuenta ya es demasiado tarde, tiene ganada la posición ante el jefe y saldremos perdiendo; podemos no hacerle caso, situación no cómoda porque nos influye en el día a día y nuestros resultados; o por último, podemos decidir cambiar de lugar; sé que no siempre es fácil, pero le digo que mejor temprano que tarde.

Como colaborador. Si está debajo de nuestro mando no es mucho lo que se puede hacer. Llamarle la atención no sirve de mucho, solo conseguiremos que se ancle en el equipo y sea la manzana podrida. Lo malo es que no nos damos cuenta de quién es el problema, él se encarga de hacer parecer que es otro. Si nos alineamos con él ya perdimos. Si vemos que siempre nos muestra que otros son problemáticos es el momento de analizar bien la situación y enfrentarla. Quizá una reunión con todos y que la verdad salga es la mejor solución. Claro, al final tendrá que salir de él, no es mucho lo que se puede hacer, ellos no cambian, solo adaptan su piel del color que les conviene.

Como jefe. Aquí es más sencillo, salga lo más rápido que pueda de esa posición. No cambiará a su jefe, ni lo intente. Si visualiza que lo cambiarán de posición puede tener esperanzas... puede decidir sufrir el camino hasta que llegue el momento. Ya sé, no es tan fácil cambiar de trabajo; pues tendrá que prepararse para sufrir cada contacto y rogar que no le toque ser el chivo expiatorio. Es que los jefes así se rodean de gente así... bueno, con uno les será suficiente. Entre los dos encontrarán siempre un culpable para sus errores o para lo que los superiores le reclamen.

No deje en manos de otros lo que le molesta a usted.