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Lecciones de Irma

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Lecciones de Irma

Hace apenas pocos días finalizó el periplo del Huracán Irma por el Caribe y la Florida dejando una estela de devastación y muerte, cuando ya se anuncia que María viene en camino a revisitar algunas de las islas, La Hispaniola incluida. La República Dominicana, a pesar de estar “colocada en el mismo trayecto del sol”, se ha salvado milagrosamente del embate de un huracán destructor por casi dos décadas.

A pesar del susto, Irma nos dejó valiosas lecciones para la historia. Hay que reconocer que en materia de información y comunicación a la ciudadanía se ha avanzado mucho. Si alguno de mis lectores recuerda a George, recordará también el fiasco de su anuncio. Parece que con Irma fue lección aprendida. Con mucha antelación, la población estuvo al tanto de las alertas y las recomendaciones. Ayudó también la credibilidad de los que manejan la crisis desde el COE. Nuestras felicitaciones.

Lo que no hemos aprendido es que los organismos de socorro no están para hacer “deliveries”. Hay residentes en áreas vulnerables que saben que el río crece, que su casita no aguanta, pero que igual no obedecen ni responden voluntariamente a los llamados de evacuación. A ellos hay que salir a buscarlos, como si el personal de emergencia no tuviera familia ni mejores cosas que hacer que ir casa por casa a realizar el trabajo que a cada quien le corresponde. Algún día aprenderemos que la televisión o el colchón, así sea lo único material que poseamos, jamás es más importante que la vida.

Irma nos reafirmó lo que ya sabíamos: al dominicano le encanta coger para el súper cuando más gente va. Hubo tiempo de sobra para revisar la nevera y prepararse con lo básico. Me contaron de gente con carritos hasta arriba de detergente, carnes para varias parrilladas y refrescos calientes para consumir ¿sin hielo?. Si Irma nos tocaba de frente, lo primero que se lleva es la luz y lo que usted necesita es agua potable, no gaseosas. Me llamó una amiga muy querida que, llevada por los nervios, pagó cuatro latas de anchoas y tres de palmito. Dudó con las alcachofas, pero al final se decidió. Ahora las tiene más arriba del moño porque, para colmo, ¡no sabe con qué se comen!

Una pena que algunos colegios y universidades dieran la nota discordante. Cuando ya el gobierno había instruido para la suspensión de clases, se empeñaron en mantener la convocatoria sin pensar en sus estudiantes. Si son los que velan por la educación de nuestros hijos, deberían revisar lo que enseñan, sobre todo en la parte de respeto a la autoridad, materia básica en cualquier sociedad que pretenda ser civilizada.

A veces solo hay que estar en el lugar correcto y en el momento justo para que te toquen tus diez minutos de fama. Si no, que le pregunten a Beato, cuya osadía ante el peligro dio la vuelta al mundo y lo convirtió en tendencia. Tanto que hasta inspiró a los reporteros de CNN quienes, para no quedarse atrás, aguantaron bajo agua y brisa dos días completos. Beato, cámara en mano, chubasquero amarillo y botas de blanco inmaculado, pasará a la historia junto con Irma. Esperamos la película...

Finalmente, los gestos de generosidad y solidaridad hacia nuestros hermanos en necesidad sacaron nuestra mejor cara. Mucha gente se movilizó para hacer llegar ayudas a las comunidades más afectadas. Aerolíneas dominicanas participaron en vuelos humanitarios de evacuación entre islas; el bar de Santo Domingo que acogió a perros y gatos callejeros para protegerlos de lo peor de la tormenta, familias que aprovecharon para pasar tiempo juntas. Todo eso también es un legado de Irma que se agradece y nos engrandece.

Definitivamente hemos aprendido como individuos y como sociedad. En lo que oramos para que María pase de largo y se olvide del Caribe, agradecemos al Altísimo por su protección, mientras seguimos pendientes de los boletines porque esta temporada ciclónica nos cogió ojeriza. Lo importante es mantenerse a salvo.

Ilustración: Ramón L. Sandoval

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