Liquidez, rentabilidad y riesgo

Invertir no es tan difícil como aparenta ni tan fácil como parece. Tener claras las variables que lo influyen puede ayudarnos a encontrar el o los productos que cubran nuestras necesidades.

El ABC de las inversiones puede ser fácil de comprender y es imprescindible para determinar en qué instrumento financiero podemos poner nuestro dinero y cuál debemos evitar.

Hay tres factores que siempre tomo en cuenta cuando asesoro a personas para hacer sus inversiones. La razón es que son los mismos factores que analizo para repartir mi capital.

• Liquidez. El plazo al que coloquemos nuestra inversión es esencial. En la mayoría de los casos a mayor plazo mayor interés. Aunque para los plazos cortos hay diferencias que dependerán del momento que esté pasando el mercado. A veces podemos obtener más rendimiento por un instrumento a 30 días que uno a 90.

Algunos productos ofrecen la facilidad de ser cancelados con anticipación. Importante es saber si tienen una multa y el monto que representa. Debemos tener cuidado con los porcentajes, mejor pedir ejemplos concretos y por escrito. “Deseo saber el monto que pagaría de multa si cancelo mi instrumento a la mitad de su vigencia”. Así podemos valorar el riesgo que tomamos.

Recomiendo siempre saber en cuánto tiempo puede necesitar el capital que invertirá para decidir la liquidez que debe tomar. La probabilidad le dirá si puede arriesgarse a una multa en caso de necesitarlo.

• Rentabilidad. El porcentaje de retorno es una pieza muy útil para tomar decisiones. Conozco personas que tienen esta variable como la principal. Van moviéndose por el mercado en busca de puntos. La realidad es que en poco dinero no hace mucha diferencia, pero una vez nuestro capital aumenta es imprescindible pelear cada punto.

Pensemos que nuestro dinero a 8% de interés necesitará 9 años para duplicarse. Mientras que al 10% serán poco más de 7 años los necesarios para tal crecimiento.

La rentabilidad está muchas veces atada al riesgo y a la liquidez del instrumento. Recomiendo hacer comparaciones para ver lo que más nos conviene.

• El riesgo. No siempre visible ni apreciable. A tal punto que cualquier amigo nos puede hacer caer en la tentación de duplicar nuestro dinero rápidamente, como el caso de Telexfree. Instituciones financieras con poca credibilidad atraen con altos rendimientos, lo que los hace aún más peligrosos. Conocer en qué invierten nuestro dinero quizá nos dice el riesgo que toman.

Antes de la crisis del 2008 las clasificadoras de riesgo y empresas de auditorías no alertaron de la realidad por la que pasaba el mercado financiero norteamericano. Aunque daban muestras de su alto riesgo desde el 2007.

No todo lo que brilla es oro. Debemos estar atentos a lo que pasa y lo que nuestro sentido común nos dicta. Si no estamos enterados, vale la pena preguntar a alguien que sí lo esté. Seguir personas que escriben y hablan y no tienen compromiso es una buena opción. No es totalmente segura, pero mejor que preguntarles a los interesados en que nada no se sepa.

l Decidir en conjunto. Está claro que todas las variables deben influenciar en nuestra decisión. No existe el producto que tenga la mayor liquidez, con el menor riesgo y la mayor rentabilidad. Sepa cuánto quiere y puede arriesgar a qué precio.

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Diego Sosa