Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Black friday
Black friday

Sobreviviendo al Black Friday

Expandir imagen
Sobreviviendo al Black Friday

Este pueblo siempre ha sido parejero. No contento con celebrar sus propias fiestas, históricas, oficiales, religiosas y laicas, ahora se ha montado en el carro de la globalización para tener excusas para gozar en “party” ajeno.

De los políticos hemos aprendido a gastar. De paso, nos han hecho creer que no importa que el endeudamiento parezca desmedido, siempre se puede recurrir al préstamo para tapar el hoyo... con otro hoyo y otro préstamo. La diferencia es que, a falta de un Estado que nos respalde, el dominicano promedio gasta, explota la tarjeta y luego recurre a un “prestamista” que le facilita el capital a un “módico” 20 en una espiral cuesta abajo del que resulta muy difícil salir.

Como nos faltaban excusas para comprar ahora llega de los países el “Black Friday” para que gastemos por adelantado los chelitos de diciembre que no sabemos si vamos a cobrar. Desde hace días, los periódicos se han inundado de ofertas con todo tipo de artículos. Tengo compañeros de trabajo afilando el lápiz para comprarse otro televisor que le haga compañía a la que compró el año pasado para las mismas fechas.

No lo critico. Si en su casa caben dos televisores de semejante tamaño, asumo que tiene para pagarlas sin meterse en líos. El problema es que yo sé, él sabe y su prestamista también, que no es el caso.

En lo particular, le corro a los especiales como el diablo a la cruz. No me hace sentido ver dos seres racionales insultándose por una tabla de planchar porque le han bajado 4.99 de su precio original. Y creo que mi trauma viene de una vez cuando por desconocimiento entré a un supermercado un día que estaban “literalmente regalando”, escobas y detergente, o algo así.

Yo iba por leche, jamón y queso y fue tal la ansiedad de ver gente vaciando góndolas como si se acercara el apocalipsis, que terminé llenando mi carrito de cosas que no necesitaba y haciendo una fila de hora y media para pagar. Delante y detrás de mí esperaban dos señoras que habían comprado Ace y cloro para año y medio. Ese tipo de trastorno debe tener un nombre y los comerciantes lo saben, ese es su trabajo. El suyo es conocerlo y tratarlo con medicamentos de ser necesario.

Si va a participar a conciencia del “Black Friday”, comparto algunos tips basados en diferentes películas y cuentos de mis hermanas, verdaderas expertas en el arte de la compra compulsiva. Espero les sirvan para sobrevivir:

Llegue temprano el día del especial. Si es posible, amanezca frente a la puerta para que no le salgan con que el artículo se “agotó”. Tenga el teléfono de Pro Consumidor a mano para denunciar cualquier irregularidad.

Lleve pruebas físicas que confirmen el precio y las características del artículo en especial, no vaya a ser cosa que un duende nocturno lo haya cambiado “por error” en perjuicio suyo. Ponga el teléfono de Pro Consumidor en número favorito y marcado rápido, por si acaso.

Arme un equipo de compras. Vaya con hijos, hermanos y primos y que cada quien “peine” un área de la tienda estableciendo una hora y punto de encuentro.

Practique artes marciales y técnicas de escapismo. Usted no sabe si se va a armar un corredero, por lo que conocer de antemano las salidas de emergencia puede ser una ventaja.

Verifique el saldo disponible de su tarjeta antes de salir. No vaya a ser que, después de tanto esfuerzo, la tarjeta le rebote.

Guarde para el “Cyber Monday” y para el pavo del Thanksgiving para finales de mes. Que ahora todos somos americanos... ¡lo malo es que no ganamos en dólares!

Ilustración: Ramón L. Sandoval.

TEMAS -