Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Televisión
Televisión

Clint Eastwood: “La parte más difícil es responder 400 preguntas por día”

Expandir imagen
Clint Eastwood: “La parte más difícil es responder 400 preguntas por día”

Con 85 años sobre los hombros, Clint Eastwood sigue siendo uno de los mejores actores y directores de cine. Y sin ganas de jubilarse, más allá de haberse tomado apenas seis meses de vacaciones, pudimos compartir con él los mejores recuerdos por sus pasos en Hollywood, en un grato encuentro, en el Hotel César Palace de Las Vegas.

¿Cuál fue la primera película que dejó una marca en su memoria?

Creo que la primera película que me dejó una marca fue cuando mi padre había dejado a mi madre y mi hermana en casa y me llevó a ver ‘Seargeant York’, con Gary Cooper. Era una película de guerra sobre un héroe muy particular. Y fue un momento muy emocionante estar a solas, con mi papá. En aquel momento la película me pareció muy buena, aunque no la volví a ver desde aquel entonces. Sería interesante volver a verla de nuevo, para revivir ese momento.

¿Qué edad tenía?

Supongo que tenía 10 años o algo así. Ya había visto otras películas en el cine. Pero el gran impacto fue estar con mi padre, viendo una película para adultos.

¿Y cómo imaginaba su futuro en aquel entonces?

No tenía la menor idea de lo que iba a ser. Incluso cuando tuve que ir a la guerra con Corea, en 1951, todavía no sabía lo que iba a hacer. Entre la escuela secundaria y la Universidad, yo había tenido diferentes trabajos, pero apenas si había actuado en una obra de teatro de la escuela secundaria que tuvo éxito, solo porque todos se rieron en las partes que no tendrían que haberse reído. Y después fui y le dije a la profesora “Muchas gracias por todo, nunca más voy a hacer algo así!”.

¿Cómo fue que rompió aquella promesa entonces?

En cierta forma la cumplí hasta que dejé el ejército. Yo había conocido algunos actores y cuando volví al Los Angeles City College empecé a ir a las clases de teatro. Las cosas se fueron dando de a poco... hace muchísimos años atrás.

¿Ahí sí le gustó la actuación?

Sí, me encantaba, todo el proceso. Y me gustaba todo el cine. Pero en aquella era tampoco había escuelas de cine como hay ahora. Había que empezar desde abajo, en algún lugar. Y conseguí un contrato en Universal Studios, donde tenían contratados a 20 o 30 actores esperando que alguno fuera bueno. Y yo no lo fui. Me echaron después de un año. (Ríe) Pero tuve mis remordimientos y pasé a la televisión, donde tuve algunos personajes secundarios en los años 50, hasta que en 1959 apareció ‘Rawhide’, mi primer trabajo estable como actor.

¿Qué tan diferente era Hollywood en aquella época?

Los estudios tenían estos pequeños grupos de gente a los que realmente trataban como ciudadanos de segunda clase, hasta que alguno tenía éxito o no. Tenías empleo y después te iba bien o terminabas en la oficina de desempleo de Santa Mónica. Y yo pasé bastante tiempo por ahí, aunque por suerte ya no es así (Risas).

¿Alguien llegó a influenciarlo o cambió su forma de pensar sobre el cine?

Sí, al principio trabajé con muchísima gente diferente, pensando todo lo que no iba a querer hacer si alguna vez llegaba a diririgir. Después empecé a trabajar con Sergio Leone en Italia con ‘A Fistful of Dollars’ y ‘Good, Bad and the Ugly’. Lo curioso es que él no hablaba inglés y yo no hablaba italiano. Es gracioso como funcionó todo tan bien. Después, cuando volví a Estados Unidos hice siete películas con Don Siegel. Y de hecho, cuando yo estaba por dirigir ‘Play Misty For Me’ en 1970, él se ofreció a firmar mi tarjeta del Sindicato de Directores.

¿Qué aprendió de ellos?

Leone era genial porque tenía mucha imaginación y podía hacer mucho, con muy poco. Tenía una imaginación muy infantil y manejaba muy bien el humor. Don era muy organizado y pudo hacer muchas películas con muy bajo costo. Creo que ‘Harry el Sucio’ fue la primera película grande que él hizo.

¿Por qué eligió dirigir cine?

Supongo que fue por una curiosidad natural que se me cruzó en el trabajo como actor. Viendo tanta gente tomar decisiones, uno aprende a tomarlas. Y esas mismas decisiones, buenas o malas, generan el resultado final. Y pensando que algún día la gente iba a ver en la pantalla un Eastwood que ya no iban a querer ver mas... pensé que podía dirigir, para sentarme atrás, sin tener que actuar.

¿Qué es lo más difícil de la dirección de cine?

La parte más difícil es responder 400 preguntas por día. Después de un tiempo y también ya sabes lo que estás pensando y te manejas solamente con el instinto. Hay que usar el instinto y los sentimientos que uno usó durante tantos años como actor, donde terminas diciendo “Es mi turno de tomar las decisiones para bien... o para mal”. Lo malo es cuando alguien te pregunta lo mismo dos veces. Pero se siente muy bien formar parte de todo un proyecto, trabajando con cinematógrafos y sonidistas o escenográfos. Es divertido.

¿El hecho de ser actor ayuda a dirigir actores?

Yo me siento cómodo con los actores porque es algo que hice por años. Pasaron varias décadas antes de incluso decidirme a dirigir. Y eventualmente uno termina sintiéndose cómodo. La primera vez que uno dirige se sienten las presiones porque te preguntas si vas a dejar algo sin hacer o que te vas a olvidar, además de trabajar también con un presupuesto limitado. Pero todos aprendemos a golpes.

¿Hay alguna película en particular que le gustaría volver a filmarla de nuevo?

Todas (Risas). No, la verdad, es algo que pensé muchas veces. Creo que una vez alguien me preguntó si volvería a hacer ‘Play Misty’ y me acuerdo que dije que sería divertido hacerla de nuevo, pero es mejor que haya salido lo que salió con lo que sentía en aquel momento.

Expandir imagen
Infografía

¿Alguna vez sintió que había perdido la pasión?

Sí. Muchas veces. Uno pasa por diferentes estados de ánimos donde también me puedo sentir cansado y puedo perder la pasión. Pero hay que levantarse y volver a trabajar. Suena como una canción de Sinatra pero así es.

¿Le gustan los ensayos?

A veces, no siempre ensayo. Todo depende. Los jóvenes por ejemplo, son los mejores actores del mundo, pero no son buenos en cine. Son buenos en el parque y cosas así, por eso no es bueno ensayar demasiado con ellos. Lo mejor es filmar sin parar y hablarles, para distraerlos.

¿Y usted, como actor es metodista como Robert DeNiro o Daniel Day Lewis que quieren vivir el personaje fuera de cámaras?

Todos usan ese método de actuación, donde tratas de meterte en el rol tan profundo como sea posible. Pero hay diferentes formas de hacerlo. En los años 50, todos leían los libros de Konstantin Stanislavski y Michael Chekhov, donde uno trata de leer las técnicas, pero lo importante de la actuación es ser tan real como sea posible. Y lo mejor es observar como reacciona la gente, como cuando estas cenando y ves como come cierta persona o la forma en que toma café.

¿No es al revés con alguien como Clint Eastwood? ¿Puede darse el lujo de observar usted a la gente, en un restaurante?

No, desafortunadamente no (Risas). Eso es lo malo cuando llegas a un punto donde te reconocen. Ya no puedo darme el lujo de ver la gente sin que se den cuenta. Es más difícil.

¿Y va al cine, pagando para entrar, como una persona normal?

Sí. De vez en cuando me mandan DVDs para ver en casa, pero la experiencia en una sala de cine es diferente verla con gente que también pagó y no les importa nada más que ser entretenidos. Es divertido ver esa reacción.

¿Tiene alguna película favorita entre todas las suyas?

(Se toma una pausa para pensar) No. Pero ‘Unforgiven’ y ‘Million Dollar Baby’ fueron dos películas que me divertí filmando. Son todas diferentes y supongo que las mido por lo cómodo que estuve al filmarlas. Siempre tuve una rara idea de sentarme un día y ver todas y cada una de las películas que hice. Pero seguramente las voy a odiar a todas.

Fotografías Disponibles Bajo Derechos Reservados de Romar Media

TEMAS -