Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Teatro Nacional
Teatro Nacional

El Gran Gatsby en teatro dominicano

Un multimillonario que ocupaba sus noches organizando suntuosas fiestas entre la alta sociedad de los años 20, Jay Gatsby (Carlos De La Mota), y su primer amor “imposible”, Daisy Buchanan (Zeny Leyva), cobrarán vida esta noche en el Teatro Nacional. “El Gran Gatsby”, una historia icónica de F. Scott Fitzgerald, se convierte en una versión teatro musical bajo la producción de Luis Marcell Ricart.

El Gran Gatsby ha sido una referencia de la moda, ¿qué significa la moda para ustedes?

Zeny Leyva. Nunca he sido una persona que va muy a la moda, me pongo lo que me acomode; me voy más por esa onda porque creo que al final la moda la impone uno mismo. Pero sí creo en el buen gusto y que hay que saber elegir. Carlos De La Mota. Yo siempre me he preocupado por estar bien puesto para las ocasiones. No es lo mismo ir a una alfombra roja que estar en mi casa o acudir una boda en la playa. Siempre trato de estar correctamente vestido en los sitios donde me desenvuelvo. Hasta ahora me siento halagado porque siempre me toman como referente. Aun así trato de marcar mi sello característico en mi manera de vestir. La gente que me conoce sabe que no puede faltar el detalle rojo en mi ropa; las medias siempre son rojas.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar juntos?

Z.L.: Primera vez y ha sido maravilloso. Carlos es una persona que ya tiene vasta experiencia y no vino de manera egoísta a lucírsela, sino a compartir sus conocimientos, a ayudar a cada uno de los actores que estamos en escena. Si tenemos que tomar horas extras de ensayo para alguna escena o canción, él siempre está dispuesto a asumirlo y eso es algo que aprecio mucho porque para mí una de las cosas más importantes en este medio es la disciplina. C.M.: Ha sido increíble. Para mí es muy refrescante venir a RD e involucrarme con un grupo de jóvenes que tienen otra manera de trabajar y otras intenciones. Después de tanto tiempo en México, uno más o menos conoce la manera de trabajar, las inquietudes, el ímpetu. Para mí es también volver a mis raíces, a donde yo empecé.

Ahora que mencionas tu experiencia haciendo teatro musical en México, ¿te atreverías a hacer una comparación con la industria local?

C.M.: Lo único que podría destacar es que no tenemos nada que envidiarle al talento en México, en ningún sentido. Ni a nivel de producción, ni a nivel de talento actoral. Lo único que se diferencia es la plataforma donde se sustenta la industria de la actuación, del cine y el teatro. Una obra que puede durar allí meses o un año, aquí dura un fin de semana porque no hay apoyo suficiente ni cultura del teatro.

¿Antes de aceptar el papel conocían la historia?

Z.L.: ¡Sí, claro!

Expandir imagen
Infografía

¿Cuántas veces han visto la película?

Z.L.: Bueno, después de haber aceptado el papel, como cinco veces. Pero no es bueno viciarse, tampoco queremos hacer una copia fiel del filme. Además de ser una adaptación de Luis Marcell Ricart, nosotros queremos ponerle nuestro propio sello.

¿En algún momento dudaron en ser los intérpretes de una obra tan icónica?

C.M.: ¡No! Cuando te dan una gran oportunidad, aunque no te sientas preparado para eso, lo asumes como un reto y te vas preparando.

¿Tenían alguna preocupación?

C.M.: No, ninguna. Lo más grande fue llevar todas estas cosas que ha querido Luis Marcell –una película y una obra de teatro– al servicio del público. Esto tiene que trabajar como un reloj suizo, entran cosas, salen cosas y a la par nosotros, como actores, debemos estar 100% centrados en nuestros personajes y en las situaciones. Z.L.: Yo creo que el mayor reto ha sido el tiempo en el que se ha armado todo esto. Nosotros lo hemos hecho en un mes. Ha sido el doble de esfuerzo por nuestra parte; hay que estar 100% dispuesto a los ensayos.

Y en la caracterización, ¿qué ha sido lo más complicado?

Z.L.: Para mí fumar (risas). Daisy fuma y, de hecho, hay dos escenas donde ella, al ser una persona maníaco-depresiva, se calma entre tantas cosas hablando algunos disparates y fumando. Eso la relaja. Y yo siempre he aborrecido el cigarrillo.

¿Y cómo te has manejado con ello?

Z.L.: Tengo amigas que sí fuman, así que me acerqué a ellas, les pedí consejo y fue todo paso a paso. Ya llevo una semana en que me fumo un cigarrillo todos los días para poder sentirme en confianza y que no sea un objeto de distracción. Fuera de esos detalles, trabajar las emociones ha sido bastante complejo. Daisy es una chica con muchos conflictos internos que en un principio hasta me dio miedo explorarlos. C.M.: Para mí teñirme el pelo y hacerme rayitos (risas) para acercarme a este chico rubio de California. Nunca había hecho eso y era necesario. He tenido que resistirme al escrutinio y las preguntas de la gente en la calle y mis amigos. Lo primero que les respondo es “¿Se te olvida que soy actor?”

En la historia se muestra cómo el poder económico y la fama pueden descubrir a las personas interesadas, ¿han experimentado esto en algún momento como figuras públicas?

C.M.: Siempre hay gente que se ve deslumbrada por el dinero y el poder. Y siempre hay quien se te acerca por lo que puedes representar y no por lo que realmente eres. Sin embargo, uno aprende a identificar a ese tipo de personas y a mantenerlas un poco lejos. Por eso el comportamiento de muchas figuras públicas puede ser mal interpretado, porque uno no permite que todo el mundo se le acerque.

Z.L.: Yo realmente no me considero una persona famosa. Sé que tengo mi trayectoria y que mucha gente me conoce, pero siempre me he mantenido en bajo perfil. Quizás es un error de mi parte, y más en este mundo, pero siempre he cuidado muy bien mis amistades. Mis amigos se pueden contar y muchos de ellos no son del medio porque hay cierto conflicto y uno tiene que saber proteger su corazón.

¿En qué aspecto podrían identificarse con sus personajes?

C.M.: Yo definitivamente en la parte romántica de Jay Gatsby. Quiero pensar que soy una persona bastante romántica, hay un referente con él.

Y él se obsesiona con Daisy...

C.M.: Bueno sí, puede ser obsesivo pero también creo que es más grave. Él queda marcado por este primer amor y todo lo que consigue en la vida es para tratar de reconquistarla; en ese sentido me siento identificado con él.

Z.L.: ¡Daisy tiene tantas cosas! Yo me he agarrado de muchas vivencias para que me salgan las emociones de este personaje: una chica que ha sido bastante reprimida socialmente, atada a una cultura y una clase social que le obligaba a hacer ciertas cosas que no eran precisamente lo que ella quería.

Zeny, en los últimos meses te vemos muy presente en las tablas del teatro, ¿buscas establecerte en esta industria?

Z.L.: Yo quiero ser actriz por el resto de mi vida. A veces me han preguntado si me gusta más el teatro, el cine o las telenovelas y yo digo que cada una tiene su magia especial. Yo no quiero dejar de actuar, es lo único que sé hacer. Ya sea sobre las tablas o frente a una cámara, no me importa. Creo que me faltan garras, andar con el cuchillo en la boca y buscármela; a veces me acomodo y espero a que me llamen y eso está mal. Pero tampoco me gusta atosigar a nadie, prefiero prepararme y que la gente aprecie lo que estoy haciendo.

Todavía no tenemos esa cultura del teatro musical en RD, pero ¿cuáles son los musicales que te gustan?

Z.L.: Yo no me considero, todavía, con las condiciones vocales para hacer un musical como “El Fantasma de la Ópera”, pero me encanta esa obra. Puedo decir que hice un musical que marcó mi vida, y fue la primera vez que pisé las tablas: Peter Pan, donde hice de Wendy.

En RD la gente te identifica por tus papeles de galán, ¿te sientes cómodo haciendo este tipo de personajes, Carlos?

C.M.: En realidad galanes es lo que menos he hecho. Siempre trato de ocuparme por hacer personajes diferentes. Me ha tocado ser galán pero estoy muy comprometido con mi carrera. Yo decidí ser actor y no galán hace ya mucho tiempo. Eso ha conllevado mucho sacrificio, preparación y muchas lágrimas.

¿Qué otros proyectos tienen en planes?

Z.L.: Por el momento me estoy involucrando en algo bastante novedoso aquí y que estamos tratando desarrollar, incluso, que es impartir clases para crear más talentos que hagan voice-overs. El año pasado hice el doblaje de unos dibujos animados, que aún no puedo revelar, y pienso seguir trabajando en eso. También hay varios proyectos de cine para este año que comienzan el rodaje próximamente. C.M.: Tengo una película en marzo aquí, en RD, una comedia que me va a presentar de otra manera. Tengo también acercamientos para novelas, pero eso será para mediados de año. l

Expandir imagen
Infografía

Cuándo: 11 y 12 de febrero / Horario: 8:30 p.m. / Dónde: Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional / Más info: @greatgratsbydr

—Fotos: Bayoan Freites

—Dirección de arte: Norca Amézquita

—Diseño de vestuario: José Cristian Lagares (masculino) y Luis Marcell Ricart (femenino)

—Estilismo: Joselo Franjul

—maquillaje: Lissa Oliva

TEMAS -