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Juan Basanta, en busca de la originalidad del cine dominicano

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Juan Basanta, en busca de la originalidad del cine dominicano

Mientras la Asociación Dominicana de Profesionales de la Industria de Cine (ADOCINE) se prepara para presentar la quinta entrega de los Premios La Silla en el auditorio de la Casa San Pablo, Juan Basanta, cineasta y presidente de Adocine, nos habla sobre este galardón dedicado a celebrar lo mejor del cine dominicano además de otros temas relacionados con la industria cinematográfica del país.

¿Cómo surgió la idea de los Premios La Silla?

Es una creación del equipo de Adocine, que en ese entonces presidía Alfonso Rodríguez. Era natural que la industria se reconociera a sí misma con el estímulo y el valor agregado de ser tu mismo gremio que te premie; es un reconocimiento muy particular, realmente fue muy acertado en su momento. Nuestro aporte ha sido llevarlo a la televisión en vivo, como tiene que ser.

¿Qué tomaron en cuenta al elegir a los nominados?

Eso es muy simple. Todas las películas dominicanas y documentales que han sido estrenados desde el último premio en el 2017 hasta este premio tienen derecho a estar en La Silla. En este caso cubrimos un período de alrededor de 15 meses. En la primera ronda de votaciones todos los miembros eligen cuáles son los mejores en cada área. Y en una segunda ronda, que cerró el 20 de julio, quedan los 5 más importantes.

Actualmente estás filmando el documental “Rafael Solano: cuéntame tu vida”, pero ¿cuándo te volveremos a ver detrás de cámara como director de un largometraje de ficción?

Tomo las riendas de una película en septiembre. Dirijo una película sobre el tema de la inmigración desde un punto de vista bastante divertido o raro. Nosotros, en el equipo, decimos que antes de quedar mal preferimos quedar como locos. No voy a ser productor de la película. He sido productor de muchas películas y eso siempre me quita un pedazo de la libertad del director. Voy a pasarla bien, voy a dirigir y el título posiblemente sea “Ain’t fácil”.

¿Qué se puede hacer para que el público dominicano brinde más apoyo a producciones cinematográficas que pertenezcan a otros géneros como el drama y el documental?

Antes que nada el público dominicano apoya el cine dominicano, en términos generales todo va a crecer a medida que el dominicano decida crecer por dentro; el tema siempre va a ser la educación porque, con la curiosidad que lleva la educación, ese apetito que crea te va a llevar a buscar esos nuevos horizontes, te va a acercar más a “Cocote” y a “Carpinteros”, a “Mosh”, la película que viene por ahí de Juan Antonio Bisonó, a “Veneno”, y a muchas películas dominicanas. Es un tema de crecimiento y de decisión nacional, pero creo que tenemos un país en el que más ciudadanos van a ver su cine local en apoyo a la industria.

¿Cuál es el cambio más tajante que ha ocurrido en la industria cinematográfica dominicana después de la Ley de Cine?

El crecimiento profesional. Hay una nueva generación y un nuevo cine dominicano. Hay también una apertura a la literatura dominicana que ha llegado al cine. Por ejemplo, es impresionante la madurez de Félix Germán en la película “El Corte”; Leticia Tonos filmó “Mis 500 locos” y Bladimir Abud hizo “La otra Penélope” de la novela de Andrés L. Mateo. Se está logrando un espacio en nuestras salas. El cambio lo ves en los profesionales dominicanos, cuando llegas a un set de filmación sientes una concentración. El motivo original del artículo 34 de la Ley de Cine es fomentar la educación en nuestra industria para que puedan venir más producciones internacionales.

¿Pero qué necesita el cine dominicano para seguir creciendo?

Si lo supiera lo hubiera hecho. Lo que necesita toda industria de arte, para no ser específico solo en el cine, es ser original, auténtico, centrarse en las cosas que nos hacen especiales. ¿Qué hace falta? Creer más en nuestra autenticidad, en buscar ese detalle que nos hace únicos.

¿Este año veremos algún cambio en la producción de la ceremonia?

Sí, claro, va a ser original. Una cosa importante que hemos decidido por cosas muy personales, que nos afectan muy directamente a nosotros y la industria, fue lo que pasó con nuestro querido Fernando Báez. Fue una pérdida de esas que son básicamente irreparables. Él estaba haciendo un homenaje post mortem a Yurgen Hope, un amigo que fue miembro de la directiva de Adocine, así que después de lo que pasó, no voy a dejar de hacer un homenaje a Yurgen, pero ahora el homenaje será “La Silla Fernando Báez a una carrera dedicada al cine” (o una carrera cinematográfica), como el Cecil B. DeMille que otorgan los Globo de Oro. Además este año el presentador es Luis José Germán y la producción está en manos de Raúl Camilo, en quien confío mucho.

¿A qué se debe que recientes producciones dominicanas hayan ido acumulando cada vez más reconocimientos internacionales? Eso es energía que le han metido los muchachos. José María Cabral y Nelson Carlo de los Santos Arias son los que más menciono, pero también está Hans García con “Voces de la calle”, o “Melocotones” de Héctor Valdez, todos van buscando un espacio y lo han encontrado.

Actualmente en el país existen alrededor de 5 universidades donde se imparte la carrera de cine, pero, ¿esto es suficiente o demasiado? ¿Se necesitan más entidades que impartan esa carrera o menos?

A mí me parece que ese es un gran reconocimiento y el resultado del artículo 34, donde ya puedes vivir del cine, por eso debes estudiarlo. Ya no es una utopía, es una profesión concreta. Yo creo que vamos bien y que en lugar de crecer la clave es fortalecer el proceso educativo.

¿Cuál es el área de la industria del cine de República Dominicana que ahora mismo necesita más ayuda?

O sea, ¿de cuál pata cojea más la industria? Todas están bastante bien. Creo que las historias, la autenticidad del guion, ese papel en blanco y negro que está lleno de magia, que a veces respetamos como si fuera de hierro, y a veces sencillamente es una guía para seguir creciendo, es el tema clave de todas las cosas. Después en los departamentos de diseño de producción o de fotografía tenemos estrellas, pero podríamos tener más. En todos los departamentos hay espacios para crecer. Lograr internacionalizarnos y colocar productos nuestros no es del todo una utopía, porque lo que más hay en el mundo es la necesidad de contenidos a medida que se han creado tantas pantallas nuevas para recibirlos. Entonces todos los departamentos tienen un área donde crecer mucho. Hemos crecido en todo, pero siempre hay espacio para más y la llave de todo la tiene la calidad. La producción de calidad siempre encuentra cabida y la palabra clave es originalidad.

¿Qué ves en el futuro de los premios La Silla?

A largo plazo debe convertirse en una tradición como el Golden Globe. El año pasado subió a escena tanta gente dominicana e importante, estrellas de cine detrás y delante de cámara, y entre todos los que lo siguieron hubo 4 millones de followers. Este año seguro que vamos a subir ese número y es un punto de medida. Marcamos bien el rating. El espacio tiene necesariamente que convertirse en una tradición y mantener la pureza de su forma de votación en la que cada miembro de Adocine pueda votar.

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