Ray Loriga: “El cine es un arte de posibles”

Como escritor, guionista y director de cine, Ray Loriga ha cultivado una amplia carrera, lo que le ha permitido acumular reconocimientos y galardones.

Como escritor, guionista y director de cine, Ray Loriga ha cultivado una amplia carrera, lo que le ha permitido acumular reconocimientos y galardones. Entre sus más recientes logros está haber sido ganador del Premio Alfaguara de Novela

2017, con su obra “Rendición”.

¿Cómo surge la idea para una novela como “Rendición”?

La verdad es que es una pregunta que me hacen a menudo y no encuentro la respuesta (risas). Empecé con el tono del narrador, esa voz de un hombre que, aunque se siente preparado intelectualmente, no es obsesivamente culto en una situación concreta. Creo que la primera referencia que tuve fue “Los viajes de Gulliver”, donde Jonathan Swift quería llevar a un personaje de una circunstancia a otra radicalmente opuesta e indagar qué es lo que somos en ese tipo de situaciones y por ende qué es lo que somos en general.

Algunos críticos han comparado “Rendición” con algunas obras de George Orwell como 1984, ¿estás de acuerdo con esa comparación?

En cuanto a Orwell en concreto sí había una atmósfera similar y también hay un giro importante para mí que era pasar de la vigilancia de unos sobre todos y dejar la vigilancia de todos sobre todos. Me interesaba hacer esa diferenciación y ver qué sucedía relacionado con lo que ha sucedido en casi menos de una década con la explosión de las redes sociales y cómo la intimidad ahora es otro concepto, si es que existe.

¿Para ti el proceso de crear una historia varía dependiendo del medio en que la vas a contar?

Creo que el cine importa elementos fundamentales desde la literatura y en ese sentido sí que tiene elementos muy comunes. Hay una diferencia fundamental, cuando escribo un guion, como su nombre indica, es una guía para un proceso que está siempre en transformación. En la literatura digamos que también es un proceso muy largo donde uno corrige y cambia, pero la palabra es lo que cuenta.

Cuando se te ocurre la primera idea de una historia, ¿sabes de una vez si va a funcionar mejor en cine o en las hojas de una novela?

No me lo digo, pero rara vez se me cruza ese pensamiento. Normalmente cuando pienso en una novela me aparece en formato de novela y cuando pienso en una película directamente me aparece como una película.

¿Crees que la cultura de las redes sociales tiene un impacto negativo en la tarea de impartir el hábito de lectura en nuevas generaciones?

No, no lo creo. No soy negativo con las redes sociales. Por ejemplo, en “Rendición” me ha permeado un poco la extrañeza que me produce la influencia brutal de las redes sociales y estos sistemas de comunicación, pero no quiere decir que los considere negativos, simplemente me parece algo a indagar. En cuanto al impacto que pueda tener como distracción, creo que no es mayor que cualquier otro entretenimiento que haya surgido desde Gutenberg hasta ahora.

¿Dónde sientes más libertad: detrás del teclado como escritor o detrás de la cámara como director?

Mi libertad está en el teclado. El cine es un arte de posibles, un trabajo de colaboración y una mezcla de talentos con cierto rango de fortuna también. Cuando una película sale realmente bien es que todo ha coincidido, pero la libertad en realidad, donde uno es tirano absoluto de lo que hace, para bien o para mal, está en la literatura.

A la hora de sentarte a escribir, ¿qué tan importante es el mensaje de la obra?

Las obras con mensaje tienden al fracaso para mí. El fracaso literario, no el de ventas. En una buena novela no hay nada que se pueda simplificar como mensaje. Siempre he pensado que mi labor como escritor es generar procesos de pensamiento o emociones en el lector. La lectura es un proceso tan íntimo que no se puede controlar eso.

Joan Prats