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Renée Zellweger: “No renuncié. Me tomé un momento para mí”

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Renée Zellweger: “No renuncié. Me tomé un momento para mí”

Irreconocible es la mejor palabra que define a Renée Zellweger, especialmente cuando la encontramos personalmente en el Hotel Four Seasons de Beverly Hills. Más allá de los seductores ojos rasgados que la hicieron tan famosa, no parece la misma estrella de la película ‘Chicago’ ni del Oscar que ganó con ‘Cold Mountain’. Hoy pesa incluso mucho menos que Bridget Jones, seguro. Y cualquiera que vea la publicidad de ‘Same Kind of Different Me’, ni siquiera adivinaría que ella es la protagonista si no fuera por la misma voz o el nombre que figura en los títulos. Pero después de haber abandonado el mundo del cine por completo, Renée Zellweger vuelve con una imagen distinta y una actitud también bastante diferente.

- ¿Se puede saber la razón que te llevó a renunciar por completo a la actuación?

- Sí, pero no renuncié. Me tomé un minuto, un momento para mí. Lo necesitaba. En el mundo del cine, tú mismo lo vienes cubriendo desde hace años. Viste el proceso, viste como todo se superpone, nada termina. John Lennon lo llamaba ‘carrusel’ Y aunque hay mucho por disfrutar en la experiencia, especialmente en el privilegio de poder contar tantas historias y hacer lo que uno ama para ganarse la vida, hay mucho que nos empuja a un lado por respetar nuestra vida personal. Quienes nos comprometemos con este trabajo, perdemos otros aspectos de la vida que probablemente son mucho más importantes de lo que a lo mejor puedas llegar a hacer en tu caso, con respeto de tu vida profesional.

- ¿Nunca disfrutaste de la fama y el éxito?

- Después de tanto tiempo, todo tiende a desaparecer un poco y ya no te quedan razones para bajarte del carrusel porque dejaste de crear la parte de tu vida que era más importante. Y esa falta de balance no es saludable. Yo necesitaba tomarme un tiempo para ver crecer a mis sobrinos, conocerlos, festejar una fiesta de cumpleaños con ellos.

- ¿No crees que tu familia disfrutaba tu éxito?

- Ellos entienden si no voy a una fiesta de cumpleaños cuando mi trabajo no lo permite, por la urgencia de hacer cine y todo el tiempo que te consume con la urgencia de promocionar una película y todo el tiempo que eso también consume. Ellos entienden si no estoy, pero igual tienen su fiesta de cumpleaños y disfrutan de un asado con amigos, fomentando sus relaciones. Yo soy la única que pierde. Y cuando empecé a ver el mundo en que vivía, no me gustó demasiado. Yo misma no me gustaba. No me gustaba sentarme en casa después de los Globo de Oro, completamente sola, en medio del fracaso de mi vida personal. No me gustaba ese estilo de diversión ¿Para qué? ¿Para qué quería momentos grandiosos si no tenía a nadie con quien celebrarlo? Por eso, necesitaba trabajar en ese tema.

- ¿Tan mala era tu perspectiva del éxito?

- ¡Me estaba aburriendo! Necesitaba aprender algo. Llegué hasta un punto en mi vida donde dejé de crecer. Es imposible crecer cuando te la pasas pretendiendo que eres otra persona viviendo en la casa de otro, con zapatos que ni siquiera son tuyos, literalmente. Necesitaba crecer para mejorar como persona.

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- ¿Qué haces hoy diferente para no volver a dejarlo todo de nuevo?

- Ah, Bueno, ahora digo “No”. Ahora sé decir “¿Sabes qué? Me encantaría aceptar, pero el cumpleaños de mi madre está en mi agenda y voy a tener que estar en Florida justo esa semana. Lo siento, pero tendremos que hacerlo en otro momento”. Nunca antes lo había hecho. Jamás sentí que podía permitírmelo, porque lo otro parecía tan importante. Y ahora sé lo que es bueno, sé lo que no es más importante y sé qué pueden esperarme más allá del pánico y la urgencia que muestren. Y si no pueden esperar, entonces no quiero hacerlo. Esa es la diferencia.

- ¿Cómo disfrutas un domingo, por ejemplo, hoy?

- Un domingo cualquiera, si tengo a mis perros, el fin de semana es mucho mejor. Trato de disfrutarlo en lo posible. Y si no, la paso con amigos y buena comida. Mucho de nada. Ese es un buen domingo para mí.

- ¿Podemos retroceder en el tiempo, en aquella primera actuación, cuando recién empezabas y los sueños eran mucho más positivos que la pesadilla de la fama?

- Yo estaba en la escuela, en Austin y había tomado una prueba de audición para una publicidad donde solo decía ‘Go Fish’... aunque no me dieron aquel trabajo (Risas). Pero en ese momento se me ocurrió que tenía que prepararme bien, antes de volver a intentarlo.

- ¿Tuviste algún otro trabajo más allá de la actuación?

- En Los Angeles al principio tuve que trabajar como mesera para vivir, en un club de la calle Vine y Santa Monica, donde solía ir Billy Idol.

- ¿Si habías dejado de trabajar en Hollywood, cómo fue que te ofrecieron protagonizar la película ‘Same Kind of Different as Me’?

- El director Michael Carney me llamó pensando que me podía interesar la vida de estas personas que se habían comprometido a ayudar a gente que vive en la calle. Me aseguró que no íbamos a hacer lo típico de Hollywood de ir a pedir prestada una ciudad, construir un estudio de filmación y después tirarlo abajo para decir gracias y listo. Me contó que pensaban fundar una misión en la ciudad de Jackson donde no podían ayudar humanamente a la comunidad que no tiene un techo para vivir y me aseguró que iban a arreglarlo todo para que pudieran seguir ayudando después del rodaje.

- ¿Terminaron haciendo todo lo que prometieron?

- Sí, sí, fue exactamente lo que hicieron. Fueron, fundaron la misión, consiguieron una persona que se hiciera cargo y recién después llegamos con el equipo de filmación al lugar que se había construido con el presupuesto de la producción de cine. Hoy tienen un hermoso patio donde la gente sin un hogar se reúne y también reconstruyeron una cocina de 300.000 dólares. Es una muy buena razón para filmar una película. ¿no?

- ¿Qué es lo que más te cautivó de los verdaderas personas que protagonizaron la historia real de la película ‘Same Kind of Different Me’?

- ¿Qué puedo decirte sobre la calidad de esta gente, su coraje, su pasión y todo el respeto que les tengo por el verdadero impacto y el poder que tienen con un cambio tan significante en la vida de otras personas que viven en la calle? Es una historia verdadera. Y poder contar semejante historia real, es un lujo. Me encantó la simplicidad detrás del enorme mensaje de la capacidad de dejar una marca que va más allá de lo que puedas imaginarte. Es lo que me cautivó tanto y el verdadero Ron Hall hizo un trabajo hermoso contando su historia tan generosamente sobre momentos que deben haber sido demasiado dolorosos en su vida, al revivirlos con nosotros. Fue un honor interpretar a una mujer de verdad que vio la vida con un corazón enorme, una persona capaz de darse cuenta del valor de empezar de nuevo, que incluso le dio una segunda oportunidad al esposo que la había engañado con otra mujer.

- ¿En tu caso, alguna vez te viste en una situación parecida donde tuviste que analizar si le dabas una segunda oportunidad a alguien que te engañó con otra mujer?

- ¡Dios Mío! Me pregunto si no podrías leer en mi pasado si respondiera a tu pregunta (Risas).

- ¿Al menos perdonarías a alguien después de haber visto que los resultados fueron positivos con esta película?

- Supongo que las circunstancias dictarían lo que pueda pasar, pero en el caso de mi personaje, en el cine, aprecio que ella haya tomado en cuenta la vida que ellos habían compartido hasta aquel momento, para abrir la puerta de una oportunidad que resultó todavía mejor.

Fotografías Disponibles Bajo Derechos Reservados de Romar Media y Paramount Pictures.

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