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Robi Draco: “La música hay que sentirla, no entenderla”

Nos saludamos e inicia esta entrevista exclusiva con una frase que resume su estado actual: “Estoy bien. Hoy es un buen día, siempre lo digo”. Robi Draco Rosa ha renacido después de vencer al cáncer en dos ocasiones. Y así, afinando la guitarra, afina la vida y el alma. Este nuevo Draco se refleja en su música y en su visión de la vida, una vida que ahora atesora más con su familia, amigos y sus fans. Su esencia artística permanece. Vive defendiendo la música, y no los géneros, pues nunca ha sido fiel a uno solo. Su talento es muy grande como para encasillarse. Considerado como uno de los músicos más completos de habla hispana, Robi es un guerrero, pero también un artista con letras mayúsculas que tiene mucha ilusión de subir al escenario del Hard Rock Café los días 2 y 3 de junio para presentar su tour “Lo sagrado y lo maldito”. Disfruta de este diálogo sincero a corazoón abierto!

Vienes a dos conciertos en Hard Rock Café el 2 y 3 de junio, ¿qué podemos esperar en ese escenario?

Una noche de magia, amor y rock and roll. No es un repaso. Es más natural e interactivo, un concierto muy musical y crudo por ese lado. Tengo un deseo enorme de hacerlo –claro, por todo lo que me ha pasado–, quiero estar en el escenario. Después de un lapso de silencio [por el cáncer], me llaman y digo ¡hey! Sí, voy para allá. No lo pensé mucho, porque se trata de poder tocar mi música y compartir con los fans lo más posible. Siempre siento una incertidumbre por la salud; yo quiero estar en la tocada por el público el mayor tiempo posible [dice con voz entrecortada].

A propósito de este tour, ‘Lo sagrado y lo maldito’, ¿qué cosas son sagradas para ti y cuáles son malditas?

Lo sagrado es mi gratitud, que es el lenguaje del amor, es mi mensaje de amor. Agradezco al público y a la gente que realmente ha estado ahí. Lo maldito es lo que he consumido en mi vida: lo surreal, viví en un mundo de bastante ficción.

¿En qué momento artístico te encuentras?

Me encuentro donde siempre he estado. Decirte que tengo claro todo lo que he hecho sería una mentira. La música hay que sentirla, no entenderla. Lo que sí tengo claro es el sentimiento, soy muy fiel a ese sentimiento puro que me provoca. Pero a veces el sentimiento no va muy bien. Obviamente, dentro del negocio no es lo ideal.

¿Comercialmente hablando?

Sí, porque la gente ve el éxito como en un programa de televisión. Tiene unas expectativas que no siempre están acordes con las emociones del artista al momento de pararse en el escenario. Yo voy a pasarla bien, pero al final del día todo depende de cuál es la vibra del momento. Vivimos en un mundo dentro de una guerra espiritual. Me afectan las noticias, un mal artículo, algo de un familiar, un amigo... soy muy sensible. Quienes me conocen mucho, y me han visto con los años, lo entienden. No se dejen llevar por las percepciones porque son muy difíciles de controlar.

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Después del éxito de tu más reciente disco ‘Vida’, grabado durante tu lucha contra el cáncer, te aprestas a grabar una nueva producción al final de este año, ¿qué influencias musicales tendrá?

No hay un adelanto porque es música y pasan cosas mágicas en el estudio. Canciones tengo, y creo que son lindas, estoy muy contento por ese proceso. Pero muchas veces surge una idea al instante y todo el disco da vueltas. Toda mi vida he hecho los discos de la misma manera. Lo que sí tengo claro son las canciones con sus acordes, letras y una melodía que suene lindo. Pero puedo producir una canción de mil maneras, desde un blues a una canción pop.

‘Vida’ fue tu primer álbum de duetos, en el cual reuniste a 16 artistas, amigos... ¿cómo fue?

Para mí el álbum ‘Vida’ fue una enseñanza y una experiencia linda. Me di cuenta de que tengo amigos y eso pasó porque estaba enfermo. Claro, porque de otra manera no me hubiera atrevido a hablar con todos estos artistas, pues conozco a unos más que otros y somos amigos. Estoy muy orgulloso de ese álbum de duetos, que me enseñó que tengo amigos.

Grabaste ‘Esto es vida’ con Juan Luis Guerra, háblanos de esa amistad más allá de la música...

Es una cosa profunda y las del grande Juan Luis son enseñanzas del más allá. Yo no sé ni cómo explicarlo, pero fue una de las grandes bendiciones. Ese ‘junte’ para mí es clave. Las letras son memorables, y creo que es la canción más importante de mi vida.

También grabaste ‘Reza por mí’ con Romeo Santos. ¿Qué tal la experiencia?

Son las cosas de la vida. Me quedé sorprendido. Cuando hablé con varios amigos de esta posibilidad yo estaba muy enfermo. Yo no lo conocía. Solo lo llamé y él no lo pensó dos veces, aceptó y se apuntó al instante. Le estoy muy agradecido. La canción se hizo un clásico.

Eres un artista multifacético, pero me sorprendió saber que también pintas. ¿Qué te gusta pintar?

Son cosas surreales. Me gusta pintar cosas que no se ven en la vida. Pinto más que nada porque me gusta pensar, pero por ahora solo son dibujos.

Tienes un matrimonio estable y duradero con tu esposa Ángela Alvarado, quien filma tus videoclips. ¿El secreto?

Trabajamos juntos. Yo puedo hablar de Ángela por muchos años. Es un romance. No tengo claro el por qué de las cosas –no lo sé–, pero nuestra relación es de 26 para 27 años. Estamos juntos en las buenas y malas. En los momentos malos rezamos, pedimos claridad a Dios. Así hemos llegado hasta el día de hoy. A mí me preguntan la clave para estar así, y para mí es una relación normal, bonita. Nos reímos mucho. Anoche la pasamos súper bien, paseamos con los nenes. Somos un equipo, una tribu. Nos defendemos y la pasamos bien. Ella es parte de mi vida, es como el agua, la necesito, ella es parte de esa profundidad, de lo básico de mi vida. Lo esencial es mi amistad con ella y el romance que llevamos.

Eres sobreviviente de cáncer dos veces. ¿Cómo logras superarlo?

¡Wow! Con un buen equipo, mucha fe y positivismo. Se trata de entender y aceptar que la fe va más allá de lo que conocemos; que si a mí me toca cerrar los ojos para siempre es porque Dios manda y porque es parte de la vida. Cada noche rezo, no tanto para pedir, sino para agradecer, porque dentro de este sufrimiento he llegado al crecimiento.

¿Te confiaste mucho la primera vez?

Bueno, no lo sé. Yo me hago esa pregunta. Dentro de las cosas complicadas y dolorosas hay un crecimiento. Y espero tener la oportunidad de ser mejor persona y contribuir con la sociedad mejor, hacer una contribución al mundo. Como todo ser humano, seguiré en la búsqueda.

¿Cómo es vivir ahora?

Vivir ahora... ahora no paro. Estoy en el plan de ir cuando me llaman para tocar, pues se trata de compartir, de entregarlo todo –aunque sea en la calle, en el restaurante, en un momento en el elevador– siento que puedo ser útil de esa manera. Eso a mí me da un subidón más allá de la música, me llena el encuentro con el público, con los seres humanos. Y creo que me toca compartir muchas cosas. Ahora noto que en el camino siempre hay una persona que necesita ese amor, y estoy aquí para contribuir en lo que pueda dentro de esa realidad.

Cuando el miedo llega a tu puerta, ¿cómo lo afrontas?

El miedo cae pesado, pero hay que levantarse y buscar la luz. El terror te llega y aterriza fuerte. Si te quedas en el miedo es un peligro, pero si te apuntas a salir sabes cuál es el final. Yo trato de ser positivo, de rodearme de gente optimista y dejar que fluya el amor y la fe por encima de todo. Y cuando hay mucho terror, hay que estar cerca de esa gente, pues nos necesitamos. Solos no hacemos nada, pero si nos juntamos tenemos mucha fuerza.

¿De qué te arrepientes?

Hay ciertos arrepentimientos que me llegan y me recuerdan momentos. Por ejemplo, con mi mamá y lo difícil que fue para ella mi juventud y mis años en Nueva York. A veces la recuerdo en esos momentos y pienso “Draco te tienes que perdonar”. Y sí, uno se tiene que perdonar; levantarse y echar hacia adelante.

¿Qué te motivó a firmar un documental sobre tu enfermedad?

Lo hicimos porque la memoria falla. Los recuerdos se pasan y olvidamos las cosas. Los tratamientos a veces afectan un poco la memoria, por eso entiendo que es importante documentar mi historia.

Tu estilo de vida cambió, ahora pasas más tiempo en tu hacienda Nuevo

Horizonte rodeado de la naturaleza, donde además cosechas el café Draco, y produces el Ron Vagabundo...

Más que un plan personal, es un plan divino. Yo trato de ir con la intuición y creerle a Dios. Buscamos una finca para tener un dinero, porque el dinero –como el agua– se va. Y decidimos comprar una propiedad con agua y comida que fuera una buena inversión. Y de 12 años para acá fíjate lo que ha pasado. Nos envolvimos con el café, y sembramos papaya, moringa y limones. Y ahora existe el recetario sobre “El secreto de la vida a base de las plantas”, que escribí con la co-autora Nena Niessen. A partir de este libro hemos hecho charlas sobre cómo mantenerse con el cuerpo óptimo, sobre todo para nosotros, que hemos pasado por el cáncer y la quimioterapia. Hay comidas y una lista larga de alimentos que podemos o no consumir.

¿Qué propones con el libro?

La prevención. Ella también –Nena Niessen– es sobreviviente de cáncer dos veces. Tenemos planes de hacer un segundo libro para el 2017. Ahora queremos dedicarle tiempo a cómo sanar el cuerpo después de los tratamientos.

¿Cómo un cambio drástico en tu alimentación te ayudó a sanar?

Obviamente, todo es moderación. Esta palabra tiene su peso hoy más que nunca. En mi juventud pensé que era una mala palabra y que no era necesario mencionarla. Así como la palabra imposible, ¿por qué mencionarla? Eso les pasa a todos los jóvenes, algunos más exagerados que otros. Yo he cambiado muchas cosas, y les digo a los jóvenes que no sean locos como yo, que aprendí a no serlo después de la enfermedad. Ahora tomo jugo verde, consumo muchas frutas y vegetales... la clave es moderación. Otras cosas importantes son las emociones. Para mí –a veces más allá de lo que uno come es cómo te sientes– si eres una persona feliz o una persona miserable. Las emociones a veces pesan más que la comida; determinan si estás bien, satisfecho y realizado. Muchas veces las enfermedades vienen de ese caos emocional.

¿Alimentarnos bien es una garantía?

Comer vegano es muy saludable pero no significa una garantía. La garantía es tener eso en cuenta y la espiritualidad. Y como te dije, estar en gratitud.

¿Te convertiste en vegano cien por ciento?

No cien por ciento. De vez en cuando consumo pescado. Inclusive, tengo que comer carne a veces. Lo hago porque aún estoy tomando unos medicamentos que necesitan esa proteína que da la carne.

¿Cuándo es tu próxima revisión?

Hace poco tuve una cita médica y estoy muy bien. Voy a consulta cada mes, y va bien todo. Esos chequeos se hacen para ver cómo va el trasplante. Vivo, disfruto, lo paso bien.

¿Cómo es eso de que los tatuajes son malos para la salud?

Así fue en una época por el plomo –finales de los 80–. Hoy día, el proceso de hacerlos es mucho más limpio. En Estados Unidos empezaron a cambiar las leyes así como la forma de hacer los tatuajes hace un tiempo. Pero mi nutricionista Nena es muy radical y la amo por eso. En eso estamos cruzados. A mí me encantan los tatuajes, me parecen muy lindos. Y es un ritual que lleva muchos años, pienso que ahora el arte se ha elevado.

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