Tomás Rubio, fusionando artes

Tomás Rubio es un teatrista y escritor que, junto a Vianna Pacheco (artista plástica) y Alejandra Guzmán (psicóloga clínica y musicoterapeuta), han creado Arteatro, un espacio de arte inclusivo para niños entre 4 y 12 años con y sin capacidades especiales, en el que todos los niños podrán expresarse, aprender y crear.

¿De dónde surge la idea de arteatrosantodomingo.blogspot.com? La idea del blog viene de la actividad previa que hacemos, a petición de un grupo de padres, para crear un espacio donde pudiéramos atender a niños, pero con un carácter de inclusión. Es decir, niños con algún diagnóstico de discapacidad y niños que no lo tienen compartiendo juntos.

¿Cuáles es la propuesta de Arteatro? Arte que incluye la música, la danza, la actuación, la pintura. En el teatro montas una escenografía, hay pintura, arquitectura, música, el teatro es cuerpo y movimiento, pero no hemos hecho todo a partir del teatro, sino mezclar las tres artes. Por ejemplo, si Vianna trabaja con los niños unos títeres, en el teatro se hará una obra improvisada por los niños, porque es importante que ellos cuenten su historia y estarán acompañados de Alejandra con la música. La idea es fusionar las tres artes

¿Qué promueven estas disciplinas artísticas entre los niños que participan en sus clases? Lo que implican estas disciplinas es la concentración y en un segundo plano la respiración, que es muy importante para los niños. Por ejemplo, en la pintura china una de las cosas importantes es pintar con la respiración, cuando tocas música obviamente lo haces y en el teatro es imprescindible para mantener el tono de la voz.

¿Cómo pueden influir las artes en la vida de un niño? Desde hace un tiempo parece que con cualquier cosa que hagas tienes que demostrar científicamente que eso aporta al niño algo. Antes se hacía arte y nadie se planteaba por qué. A mí me hace feliz y eso ya es mucho. Nosotros damos la posibilidad a los niños de que con el teatro desarrollen habilidades sociales y de comunicación. Si el niño es tímido le ayuda, si el niño no deja de hablar le ayuda a hablar menos y a utilizar las palabras de una forma más justa y precisa. Con la pintura, si el niño tiene problemas sensoriales, jugará con un montón de texturas. Si tiene dificultades en las manitas al manejar el pincel y con la música pasa lo mismo, con la percusión maneja los ritmos. Fíjate todo lo que cambia. De hecho, el cambio se ha notado en muchos niños que van comunicándose cada vez más.

¿Cómo es la dinámica de los cursos? Ofrecemos clases los martes, miércoles y sábados a grupos reducidos de niños. Hemos aprovechado este verano para readecuar el espacio de Arteatro y, una vez al mes, hay una reunión de padres para trabajar con ellos; también se habla un rato pero sobre todo se hace algo práctico que luego puedan replicar en casa.

¿Cómo eligen los temas de los cursos? Tú puedes tener programado un taller con niños o una clase, y de pronto algunos llegan acelerados porque todo el día han estado de sitio en sitio, y quizás cambias totalmente la clase. Si tenías pensadas muchas actividades de mesa, quitas la mesa y empiezas con movimientos para que vayan entrando en un ritmo de respiración y se vayan auto-regulando. Programamos, pero tratamos de improvisar mucho para adaptarnos a lo que les está ocurriendo.

¿Qué quieren lograr con este proyecto? Uno de los objetivos es pasarlo muy bien entre todos. ¿Por qué? Porque en el caso de los niños con discapacidad arrastran un sufrimiento y los padres mucha tensión, muchas exigencias de la sociedad y de ellos mismos. Una de las propuestas es relajarse, disfrutar de lo que tenemos. Para mí el arte, sobre todo, tiene la capacidad de la alegría, de disfrutar.

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Joan Prats