Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Música
Música

Vicente García: “No esperaba las nominaciones ni los premios que gané”

destacaba. “Me siento feliz y honrado”, dijo a los medios el compositor, músico y cantante criollo al cierre de la décimo octava edición de los premios Latin Grammy. “Esto es motivo de alegría y celebración, pero también de mucha responsabilidad para hacer música de calidad que represente nuestras raíces”, explicaba mientras sostenía sus tres gramófonos como “Mejor Artista Nuevo”, “Mejor Álbum Cantautor” y “Mejor Canción Tropical”. “No pensé que ganaría”, confiesa luego a Estilos, “competía con artistas de gran trayectoria”. La emoción de aquella noche, su noche, aún se escucha en sus palabras. Pronto tendremos la oportunidad de escucharlo en un gran concierto en Santo Domingo el próximo

mes de febrero. Síguelo en @vicentegarcia para los detalles.

¿Cómo es la vida luego de haber ganado no uno, sino tres Grammy Latinos?

Realmente sigue siendo igual. Con las mismas ganas de hacer música y continuar trabajando. Claro, me siento más seguro en los proyectos en los que estoy inmerso y ahora tengo la posibilidad de realizar más cosas. Es maravilloso contar con el respaldo de personas que creen en lo que hago.

¿Lo esperabas?

No. No esperaba las nominaciones y mucho menos los reconocimientos que gané porque A la Mar es un disco en el que, a través de la música, busco plasmar mi identidad como dominicano y caribeño. La idea fue ir a los orígenes, no crear canciones comerciales o radiables. Es un sueño hecho realidad.

Cuéntanos sobre esa noche, ¿qué ideas o emociones pasaron por tu cabeza antes y después de ser anunciado ganador?

Esa noche, y durante toda la semana de la premiación, estuve en Las Vegas preparando el performance que hicimos y ofreciendo entrevistas. Estaba nervioso por la presentación porque quería que quedara bien y muy ansioso por saber qué iba a pasar con los premios. A pesar de haber sido nominado en 4 categorías, no creía que podía ganar porque competía con artistas de gran trayectoria. Además, tenía la presión de mucha gente que entendía que iba a ganar... pero nada, emociones propias del momento. Después hablé muchísimo con mi familia y, poco a poco, he ido entendiendo la dimensión del mismo. Allá estás como en una burbuja. Sabes que pasó algo muy bueno pero no sabes cuantificarlo.

Expandir imagen
Infografía

Mucho ha llovido desde Calor Urbano, ¿qué ha cambiado del Vicente de aquel entonces y el de ahora?

He crecido bastante. En Calor Urbano la responsabilidad era compartida; estaba en otra etapa de mi vida y era mucho más joven. Ahora mi postura ante el trabajo, el arte, lo que quiero proyectar y hacia donde quiero ir, está mucho más clara y definida.

¿Es Colombia mejor plataforma de promoción musical que aquí? ¿Hubo otras razones por las que decidiste vivir allá?

Quería crecer. Muchos aseguran que no se nos dio el apoyo suficiente pero yo siento que sí. Tuvimos todas las oportunidades que aguantaba un mercado como RD para el tipo de música que hacíamos. En un momento dado me sentí estancado. Hacíamos uno o dos conciertos al año y eso era todo. Necesitaba crecer y por eso decidí salir de Santo Domingo, pero no para Miami o Nueva York porque no me interesaba empezar de cero. Preferí quedarme en Latinoamérica y ver cómo me iba. Ahora se ve como algo planificado, pero en su momento vine a probar suerte. No vine con la vida hecha ni me empezaron a llover las ofertas desde que llegué. Duré casi dos años haciendo giras por mi cuenta, tratando de crecer y concentrarme en mi trabajo. Luego llegaron las ofertas y los proyectos. Colombia ha entendido la música que quiero hacer y el tipo de carrera que quiero llevar.

¿Por qué decidiste separarte de Calor Urbano y emprender en solitario?

Agradezco a Calor Urbano todo el aprendizaje. Fueron ocho años de trabajo donde empecé a componer canciones, presentarme en conciertos y salir de gira. En una de esas salidas, noté la fuerza que tiene la música dominicana. Ahí decidí explorar ritmos como la bachata, el merengue y el son cubano. Cuando presenté la idea a la banda, no quiso hacer este tipo de trabajo. Ahí elegí hacer mi primer disco en solitario.

Del pop/rock a la bachata y otros ritmos antillanos, ¿qué pasó? ¿Qué viste en ese momento?

Fue una evolución natural. Salir de gira con Juan Luis Guerra me hizo ver la fuerza y la acogida que tiene nuestra música en otros lugares; la gente ama lo nuestro: las letras, el ritmo, las canciones y nuestra manera de decir las cosas.

Si tuvieras la oportunidad de decirle a Juan Luis Guerra algo que nunca le has dicho, ¿qué sería?

Que lo amo y que me muero por hacer una canción con él.

Expandir imagen
Infografía

¿Lo local y lo autóctono vende?

Es muy fácil decir esto ahora, pero en el momento en el que aposté el riesgo era muy grande. O me iba muy bien o muy mal, eso lo tenía muy claro; pero es un riesgo que todo artista debe correr. Estamos en un momento donde la música se ha globalizado tanto que solo escuchamos un único ritmo.

¿Qué fue lo que más disfrutaste mientras producías A la Mar?

Aprendí sobre mi pueblo, mi país y la cultura afrodescendiente, sus costumbres, religión, fechas célebres y cómo disfrutan. Hoy día me siento más dominicano que nunca porque el disco me llevó a conocer personas y costumbres que desconocía. Eso, y hablar con todo tipo de personas, fue lo que más disfruté del proceso de grabación.

Estuviste unos años detrás del telón, ¿qué pasó? ¿Cómo lidiaste con la ruptura con tu antigua casa disquera?

Mi primer disco, Melodrama, salió en 2011 bajo el sello Emi Latin. Todo iba muy bien hasta que les presenté mi segundo trabajo. La disquera no entendía la evolución que quería hacer y pensaba que era mejor si me inclinaba hacia el lado pop de la bachata, tipo Romeo. Pasó un tiempo de negociaciones artísticas que no llevaron a nada y, cuando Emi pasó a ser parte de Universal, aproveché para terminar las relaciones laborales. Me sentía muy desilusionado con las disqueras y empecé a trabajar de forma independiente.

¿Ahí fue que saliste del lente mediático?

Podría decirse que sí. En esos años empecé a viajar muchísimo, a participar en Fiestas de Palos, a escuchar las canciones de Luis Días y me inscribí en los talleres de enomusicología afroantillana que imparte el Centro León. Aparte, pensaba que si nadie entendía lo que quería hacer, me dedicaría a componer. Así comencé a trabajar con Mario Longo, de Camila, y otros y salió Te Soñé. Pensaba que podía ser una canción para un artista pop y por eso la grabé en mi casa a piano y voz. Aún no descarto esta posibilidad, pero ahora la llevo a la par con mi trabajo de artista y productor.

¿Qué te aportó Eduardo Cabra (alias Visitante, de Calle 13) a tu música?

El álbum A la Mar tomó cinco años para que estuviese listo. Al tercer año conocí a Eduardo, luego de haber hecho todos los viajes de los que te hablé. En aquel entonces tenía un montón de canciones diferentes. Eso, por un lado, era bueno, pero por otro “difícil de moldear”. Ahí llegó Eduardo y con él empezamos a ver todo como un viaje, ya no solo de música dominicana sino del Caribe. A la Mar es un viaje por el Caribe. Le inyectamos bachata, toques afroantillanos, son cubano, reggae, gagá haitiano y un poquito del Caribe colombiano con los Gaiteros de San Jacinto. Tuvimos que sentarnos a pensar qué era lo que perseguíamos, si emular el folclore o sintetizarlo de una manera muy personal. Todo resultó en un sonido actual que contrasta con el folclore.

¿Estás donde quieres estar o aún falta más de Vicente García? ¿Cuáles son tus metas a futuro?

Siento que con estos premios lo que llega es trabajo y celebro con trabajo. Ya estoy preparando mi tercer disco, un proyecto junto a Eduardo Cabra que sale a mediados del 2018 y que también utiliza sonidos propios de la música afrodescendiente, pero acompañado de sintetizadores, cajas de ritmo y toda esa estética de la música electrónica.

TEMAS -