La pesadilla de un vegetariano: el hotel de la salchicha

Salchichas en el menú... pero también en el papel pintado, en el jabón de la ducha, y hasta en las almohadas.

Una pesadilla para los vegetarianos, pero un sueño hecho realidad para Claus Böbel, un charcutero alemán que dirige al que presenta como el primer y único hotel del mundo dedicado a la salchicha.

“Ya he enviado paquetes a Nueva Zelanda, Hawaii, Kenia y Jamaica, así que puedo decir que viajo por todo el mundo con mis salchichas enlatadas. Pero tenía que encontrar algo que me permitiera mantener mi carnicería aquí”, dice Claus Böbel, carnicero y propietario del hotel.

El “Bratwursthotel” está situado en un coqueto pueblo cercano a la ciudad bávara de Núremberg. Böbel pertenece a la cuarta generación de charcuteros de su familia. Desde que el hotel abrió sus puertas en septiembre, ha logrado atraer a clientes de dentro y fuera de Europa.

El establecimiento cuenta con siete habitaciones y dos espacios de conferencias para los amantes de las salchichas y los turistas en busca de especialidades locales.

Detrás de la excéntrica idea se encuentra un intento de mantener con vida la carnicería-charcutería local, una institución símbolo dentro de la red de pequeñas y medianas empresas que dieron fama a la economía alemana.

“Para nosotros, es importante que las pequeñas empresas artesanales permanezcan en el lugar, sean compatibles y puedan ofrecer sus productos de origen regional, y en un lugar tan pequeño como este, por supuesto, es un desafío”, comenta Jorg Ruckkreigel, empleado de la Oficina de Turismo de Georgensgmünd.

Con su camioneta, Böbel también ofrece un servicio de “taxi de salchicha”, repartiendo especialidades por las estrechas calles de la localidad. Además, abrió una página web para vender sus productos en todo el mundo.

AFP

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