Azúcar, ¿algún sustituto?

Entre todas las sensaciones gustativas, existe una especial preferencia por los sabores dulces, aspecto que se encuentra aumentado en los niños y puede mantenerse durante toda la vida. Es por esto que el dulzor representa un aspecto importante en la ingesta calórica diaria.

El azúcar de mesa o sacarosa es un disacárido formado por la unión de una molécula de glucosa y otra de fructosa (azúcar en las frutas). Al ser un producto refinado, no contiene otros nutrientes; por tanto, su valor nutritivo es exclusivamente calórico, esto incluye el azúcar blanca y la parda (morena/crema) también (no, no hay diferencia importante).

El término “edulcorante” se refiere a cualquier sustancia natural o artificial con la capacidad de endulzar. Estos pueden ser acalóricos (sin calorías), o calóricos.

En la búsqueda de pérdida de peso y reducir el consumo de azúcar, existe un patrón de consumo elevado de alimentos procesados con modificaciones que suponen una reducción de calorías pero esto se aleja del patrón de alimentación equilibrada que proponemos.

Por este progresivo aumento en el consumo de alimentos con edulcorante resulta fundamental clarificar la posición de eficacia y seguridad de estas sustancias.

Recientemente se han publicado en la revista New England Journal of Medicine, múltiples estudios aleatorizados que demuestran que las bebidas azucaradas (jugos, refrescos, bebidas energéticas) representan la principal causa de obesidad a nivel mundial principalmente en niños.

Actualmente no existen datos concluyentes sobre el efecto de los edulcorantes y su relación con el apetito, enfermedades relacionadas ni tampoco se conoce la cantidad exacta que se utilizan en alimentos procesados.

Los edulcorantes aprobados actualmente por la unión europea son Aspartamo, Acesulfamo-K, Sacarina, Sucralosa (Splenda), Taumatina y Neotamo, que igualmente por la Administración de Drogas y Alimentos norteamericana (FDA) están aprobados e incluyen la Estevia (Stevia) y Luo Han guo, siendo estos dos últimos de origen natural (planta) a diferencia de los antes mencionados que son artificiales.

La seguridad de los edulcorantes es evaluada por las autoridades competentes a través de estudios científicos que deben ser revisados de forma continua para precisar si existen efectos adversos como alergias, alteración en la absorción intestinal, aumento del apetito, relación con el aumento en la glicemia (azúcar en sangre), acumulación en los tejidos o interacción con otros fármacos.

La Sacarina y el Aspartamo son los edulcorantes artificiales de mayor uso en el mundo, con un valor de 200 veces el dulzor del azúcar de mesa, la Sucralosa (Splenda) tiene 600 veces el dulzor.

Sobre su seguridad, según la evidencia científica no hay datos de que deban contraindicarse, los estudios hasta el momento no cuentan con un valor estadístico significativo para darnos pautas contundentes. Sin embargo, su uso debe estar controlado pues con respecto al apetito, se sugiere que al no producir una liberación enzimática intestinal apropiada no producen el efecto de saciedad, y el consumidor continúa con el requerimiento de alimentos y con el factor negativo de desear más dulce.

La doctora Erika Pérez es nutrióloga clínica, puedes seguirla en @dra.erikaperez y escribirle a erikapereznutricion@gmail.com

Erika Pérez Lara