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¿Se le puede ofrecer pasteles a un diabético?

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¿Se le puede ofrecer pasteles a un diabético?
José Antonio Blanco, chef corporativo de pastelería en el país de la Cadena hotelera Iberoestar (BAYOAN FREITES)

No es algo que ha implementado en la cadena de hoteles. Aunque dice después de haberlo “sacado a la luz”, seguro se lo pedirán. Se trata de unas recetas (que parecen más una fórmula química, por la exactitud de sus medidas) que había guardado durante 25 años y que preparaba únicamente para su familia. Las presentó por primera vez en el Hostelería Food Fest y nos compartió la historia de cómo se puede lograr la pastelería saludable, incluso para los diabéticos.

Todo comenzó hace 25 años. Hizo un estudio de repostería sin azúcar y sin grasa porque su familia de parte de padre, son casi todos diabéticos. “Estaba cansado de verlos sufrir, que quisieran comer dulces y no pudieran”, recuerda. Como era el pastelero de la familia, se sintió en la obligación, de hacer algo al respecto y es así como hace su investigación con la ayuda de endocrinos y especialistas de la salud. Crea así recetas sin azúcar y sin grasa. “Creo que son novedosas”, dice con una sonrisa de complicidad.

Entonces, le pregunto:

- ¿De qué se trata? ¿Un pastelero puede ofrecer pasteles a un diabético?

La verdad es que no. Porque, aunque les quites el azúcar, hay otros componentes que el propio metabolismo en la digestión convierte en maltosa.

- ¿Cuál es el “secreto” entonces?

Lo que hice fue hacer unas recetas bajas en grasa, cero por ciento azúcar y siempre en combinación con el endocrino o los doctores del paciente diabético, para que sepa las kilo-calorías que está consumiendo, lo que contienen 100 gramos de ese postre. El médico le puede decir al paciente: ‘está bien, cómete estos 100 gramos y retira estos 50 gramos de la dieta semanal de carne’. Y es un control que hace al diabético feliz, porque está comiendo dulce.

-¿Se le puede seguir llamando postre?

Si. Claro. Hoy la pastelería ya está pasando por lo amargo, dulce y salado. De hecho, muchos han eliminado el postre de las cartas, porque te lo puedes comer al principio.

Y, ¿tiene demanda?

Te cuento que lo hice por pasión a mi familia. Pero luego, cuando tuve la pastelería en España, los mejores endocrinos de la ciudad me mandaban sus pacientes y yo les mandaba las tarjetas de información. Éramos un trío perfecto: paciente, médico y pastelero. El doctor estaba contento con mi trabajo. Y la verdad los pacientes comían dulces y eran felices. Eso es lo importante.

- De hecho, cuando uno habla de repostería lo asocia a los dulces y a la felicidad

Yo te puedo decir que me encontré pacientes diabéticos que sufrían muchísimo. Tenían una baja autoestima, depresivos... En serio, muy, muy mal. Hasta que llegaron a mi pastelería y pudieron comer dulce, sin problema.

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