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Medio Ambiente

El valle del Bao, destino importante para la conservación y el ecoturismo

Existe evidencia que en la antigüedad el valle era un lago

SAN JOSÉ DE LAS MATAS. Varios son los caminos que llevan al pico, algunos más largos que otros, unos para montañistas aficionados y otros para algunos más experimentados.

Cada ruta tiene su gracia, así como su reto. No importa por cuál llegues, cada metro que recorras te quitará el aliento, pero por su belleza.

Una de las rutas más populares, pero más largas, es la de Mata Grande-Pico Duarte. Una ruta de tres casetas, del Ministerio de Medio Ambiente, en sus 45 kilómetros de largo.


Lee también en Diario Libre: Pa’l Pico cualquier día del año.

Esta caminata de tres días ofrece un destino importante dentro del parque Armando Bermudez, el impresionante Valle del Bao, al extremo sur de Santiago.

Este valle en forma de hoya, de unos dos kilómetros de largo, es uno de los intramontañosos de mayor altura de la isla, rodeado de un tupido bosque de pino criollo con una base de pajón, el cual puede amanecer congelado en la época más fresca y es aquí donde nace uno de los ríos más importantes del país, el Bao.

Ubicado a 1,800 metros sobre el nivel del mar, ofrece al visitante un respiro y refugio para los montañistas que desean coronar el techo del Caribe, aunque en sí mismo, merece ser considerado como un destino y no solo como una parada en la ruta al pico.

Desde la primera caseta, en el lugar llamado La Guácara, se recorren unos 12 kilómetros hasta la segunda caseta en el Valle del Bao, con una duración promedio de cinco horas.

Actualmente este refugio se encuentra deteriorado por el tiempo, a pesar de su importancia para los excursionistas que pernoctan o descansan en este hermoso paraje.

Un equipo multidiciplinario de alto nivel, presentó en el 2007 el informe: “Evaluación Ecológica Integrada del Parque Nacional Armando Bermudez”. Un trabajo en conjunto entre el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Fundación Moscoso Puello.


El valioso documento recoge los resultados de la evaluación de grupos de flora, mariposas, anfibios, reptiles y aves, además de presentar las amenazas y presiones a las que están sometidas las mismas. Adicionalmente, se incluye un diagnóstico de las características del suelo y como las comunidades aledañas aprovechan los recursos vegetales.

Esta evaluación destaca al valle del Bao como uno de origen natural, el suelo saturado no permite el crecimiento del pino occidental, estableciendo un límite con la sabana de la graminea denominada pajón (Danthonia domingensis), y la especie Deschampsia domingensis, endémicas de La Española.

También destaca el informe, que la forma de U del valle del Bao indica una posible morfodinámica glaciar durante las épocas frías del pasado. Evidencia de esto es el “Conuco del Diablo”, un gran grupo de piedras que sugieren un material de origen fluvio-glacial.

La evaluación del 2007 recomienda realizar estudios más específicos sobre la flora, la ejecución de actividades compatibles con la protección como proyectos agroforestales, con plantas nativas en la perfieria del parque y sus comunidades, regular la cantidad de visitantes, principalmente con caballos y mulos, entre otras cosas.

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Infografía
El Conuco del Diablo. (ARCHIVO RICARDO BRIONES)

El Bao en la antigüedad

En 2005 el Departamento de Geografía de la Universidad de Tennessee, publica el documento: “Prehistoric Fires in the Highlands of the Dominican Republic: Evidence from Charcoal in Soils and Sediments”, (Fuegos Prehistóricos en las Tierras Altas de la República Dominicana: Evidencia de carbón en suelos y sedimentos). Una investigación realizada por Sally P. Horn, Kenneth H. Orvis, Lisa M. Kennedy y Michael Clark, con el apoyo de la Fundación Moscoso Puello.

Andrés Ferrer, presidente de la Fundación Moscoso Puello, resalta algunos de los descubrimientos presentados en esta investigación.

Un componente de esta investigación, realizó una reconstrucción de la historia del fuego en la Cordillera Central, y en el Valle de Bao. A 1,806 metros de altura se recuperó una muestra de carbón del incendio mas antiguo del que se tenga registro en la isla: 42,480 años antes del presente aproximadamente.

Los sedimentos de carbón recuperados en el Valle de Bao revelan que en los últimos 4,000 años, el Pinus occidentalis o Pino de la Española, ha sido la especie dominante desarrollándose bajo un régimen de fuego constante. Estos bosques se han incendiado y regenerado durante milenios. Solo que la alteración del régimen de fuego por el hombre afecta el ciclo requerido por el pino criollo para su sostenibilidad.

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Infografía
Michael Clark, Un estudiante, Kenneth Orvis y Lisa M. Kennedy tomando muestras en el Valle del Bao cerca de 1996. (ARCHIVO RICKY BRIONES.)

En otra investigación titulada: “A 4000-year record of fire and forest history from Valle de Bao, Cordillera Central, Dominican Republic”, (Un registro de 4.000 años de historia de incendios y bosques de Valle de Bao, Cordillera Central, República Dominicana), publicada en 2006 por el Departamento de Geografía de la Universidad Politécnica de Virginia, realizada por Lisa M. Kennedy, Sally P. Horn y Kenneth H. Orvis, también con el apoyo de Moscoso Puello, Ferrer destaca otros profundos descubrimientos.

Hace unos 4,000 años el clima allí era más húmedo y mucho más frío; el Valle de Bao contenía un lago compuesto de limos minerales lacustres casi puros, muy finos, pero varios aparentes eventos de aridez lo desecaron entre 3,700 y 1,200 años antes del presente.

Los sedimentos recuperados en la investigación no revelan claramente actividad humana prehistórica en el Valle de Bao.

“El incremento de la presencia de polen de árboles y arbustos latifoliados en los núcleos de sedimentos extraídos en la cuenca podrían sugerir intervalos de clima más templado o más húmedo unos 2,500 años antes del presente.

Fragmentos de carbón, de dotación diversa, encontrados en un mismo segmento de los núcleos de sedimentos, obviamente remobilizados, junto a un dramático incremento de polen de hierbas (Poaceae) y helechos (Cyathea) indican una posible gran tormenta tropical de grandes proporciones unos 2,900 años antes del presente.

Mejoras en el Parque
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Fundación Desde el Medio se han unido para realizar mejoras y dar mantenimiento a cada uno de los destinos en la ruta al Pico Duarte y sus trayectos.

Con la mejora en cada una de las instalaciones y los diferentes servicios, se espera atraer a más turistas, lo que puede significar mayores ingresos para los parques Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez. Con esto se contaría con mayores recursos para el cuidado de estas importantes áreas protegidas, que brindan innumerables servicios ambientales al país.

El plan de adecuación contempla intervenir las cuatro rutas utilizadas para el acceso: La Ciénaga (Jarabacoa), Mata Grande (San José de Las Matas), San Juan y Constanza. El proceso iniciado en 2017 concluirá en 2019 y se proyecta construir los Campamentos de “La Guácara” y “Valle del Bao” y rescatar la inutilizada infraestructura enclavada en el Valle de Lilís.

En el primer trimestre de 2018 se están construyendo nuevas estaciones de descanso, recuperación, hidratación y asistencia de emergencias en las áreas de “Agüita Fría”, “Valle de Lilís” y el “Sendero de La Virgen”, así como el mantenimiento de toda la estructura del Campamento “La Compartición” y otros detalles.

Las casetas del Bao y la Guácara serán intervenidas entre 2018 y 2019, que incluye electrificación y comunicación con radios digitales.

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Infografía
Área que será intervenida. (MARVIN DEL CID)
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