EEUU: Candidata transexual prepara batalla política en Vermont

MONTPELIER, Vermont. Hace seis meses, Christine Hallquist encabezaba una de las cooperativas eléctricas rurales de Vermont y su estatus de transgénero causaba una pequeña oleada cuando participaba en los debates sobre energía renovable y la confiabilidad de la red eléctrica.

Ahora, después de ganar la nominación demócrata para ser candidata al gobierno de Vermont, está disfrutado de su estatus como la primera candidata transgénero en ganar una nominación importante con un partido.

Pero todavía tiene mucho que aprender y dinero que recaudar. Hallquist sabe que para derrotar al gobernador saliente, el republicano Phil Scott, deberá explicar a sus paisanos cómo puede hacer un mejor trabajo para mejorar la economía rural del estado, asegurar que la gente tenga acceso a la atención médica y educación de calidad.

En la primaria republicana, Scott sobrevivió a una dura respuesta de su base, desencantada después de que firmó un paquete de leyes sobre el control de armas que él mismo impulsó después de que casi hubo un tiroteo escolar en Vermont. Scott dijo que esperaba que la contienda _donde ganó con más de 30 puntos porcentuales_ sería más cerrada de lo que fue.

Hallquist dijo la semana pasada que de ganar, una de sus principales tareas será comenzar a recaudar fondos. Ya obtuvo un importante apoyo del Victory Fund, un comité de acción política que respalda a candidatos de la comunidad LGBTQ.

La organización dice que Hallquist “cambia el juego” y el apoyo de la fundación podría hacer que los partidarios de esta donen a la campaña de la candidata.

Se calcula que unos 200 candidatos LGBT aparecerán en las boletas electorales de noviembre para cargos estatales y federales, la mayor cantidad hasta ahora, de acuerdo con el Victory Fund. Estos incluyen a Alexandra Chandler, la primera candidata transgénero al Congreso de Massachusetts, y Kim Coco Iwamoto, que de ser electo sería el primer vicegobernador transgénero de Hawai. Al igual que Hallquist, son demócratas.

AP