Fuerzas aliadas de Sudán del Sur masacraron civiles: ONU

JUBA. Fuerzas que respaldan al gobierno de Sudán del Sur masacraron a 114 civiles en un solo pueblo el año pasado y violaron brutalmente a niñas y mujeres frente a sus familiares, en medio de una creciente violencia étnica debido a la guerra civil del país, aseguró la ONU en un informe divulgado el viernes.

La investigación divulgada por la oficina de derechos humanos de la ONU dijo que esos casos y otros abusos en el pueblo de Yei ocurrieron entre julio y enero y que podrían representar delitos contra la humanidad. Algunos de los abusos fueron balear indiscriminadamente a civiles, ataques durante funerales, incendios y saqueos.

Yei es el mismo lugar donde The Associated Press vio el año pasado cadáveres con las manos atadas. Imágenes de satélite muestran “incendio masivo de casas y negocios”, agregó el reporte.

El informe destacó el “increíble nivel de impunidad en Sudán del Sur” que ha dado pie a ciclos mortales de violencia étnica.

El portavoz de Sudán del Sur, Ateny Wek Ateny, rechazó los hallazgos del informe, diciendo que el gobierno está operando dentro de la ley.

“No es cierto”, dijo a la AP. “Los dinkas (étnicos) del área eran el blanco de los rebeldes”.

Los dinkas étnicos dominan las fuerzas militares y el gobierno del presidente Salva Kiir.

Las fuerzas de oposición también han sido responsables de abusos en el conflicto de Sudán del Sur, que ya lleva cuatro años.

“La magnitud de los abusos cometidos por grupos armados de oposición sigue sin aclararse debido a que no hay acceso a las áreas donde estos grupos están activos”, agregó el reporte.

Hasta el año pasado, Yei había sido un área mayormente pacífica, con 200.000 a 300.000 habitantes de varias tribus, pero después de julio, cuando comenzó la violencia en la capital, Juba, los combates se propagaron a otras partes del país que habían estado libres de conflicto. Conforme el jefe de los rebeldes Riek Machar huía al vecino país del Congo, los combates brotaron en Yei y otras partes que quedaban en su camino.

Por SAM MEDNICK, Associated Press

AP