El traspié legislativo de Macri por las pensiones, una “mancha” para Gobierno Javier Caamaño

BUENOS AIRES. El traspié legislativo del Gobierno argentino, que no pudo aprobar en el Congreso una ley de pensiones que ya daba por hecha, ha sacudido la imagen del presidente Mauricio Macri y supone una “mancha” con la que no contaba tras su reciente victoria electoral.

El pasado jueves, la Cámara de Diputados se preparaba para votar una impopular modificación del sistema jubilatorio que intentaba frenar el gasto, pero el desorden en la cámara, las dudas de algunos diputados que ya habían apalabrado su voto a favor y los disturbios fuera del recinto obligaron a levantar la sesión.

La reacción de Macri, según se hizo eco la prensa local, fue planear un decreto de urgencia para llevar adelante de todos modos la reforma, una idea ante la que tuvo que dar marcha atrás en buena medida por las críticas surgidas entre sus propias filas.

“Indudablemente, ha sacudido la imagen” del Gobierno, comentó a Efe la analista política Gretel Ledo, quien enfatizó el gran respaldo que significó para Macri su victoria en las elecciones de medio término del pasado octubre, un apoyo que defendió que sigue manteniendo pese a que este primer obstáculo lo haya “manchado”.

Para Ledo, si el Ejecutivo “sigue adelante en contra de la voluntad social” -que si bien no tildó de mayoritaria, sí advirtió del “frenesí” que había provocado la medida-, “obviamente peligraría” la opinión pública sobre la administración Macri.

La analista observó una cierta falta de “sabiduría” del Gobierno al tratar una norma que afecta a un “sector tan delicado y vulnerable” como el de los jubilados, “y más en esta época del año”.

“Si hay que sacar la medida y dejarla de lado, tendrán que hacerlo, porque si no el coste político va a ser mayor”, opinó Ledo.

No obstante, aseguró que el caos vivido tanto dentro como fuera del Congreso no fue espontáneo, sino más bien organizado por la oposición kirchnerista, que tras doce años de Gobierno (2003-2015), que cada vez ven más difícil recuperar, utilizan este asunto para la “pugna de poder”.

“Es la punta del iceberg”, resumió, y recomendó al oficialismo “no responder con el mismo tipo de medios”, acerca de una bronca parlamentaria de la que las dos partes se acusan mutuamente.

Otro de los asuntos destacados del día fue la confusión acerca de lo que iban a votar algunos diputados opositores, cuyo voto ya había sido negociado con los gobernadores peronistas, a lo que Ledo se refirió sin rodeos: a Macri “lo han acuchillado por la espalda”.

“No fue un buen día para el Gobierno”, dijo en la misma línea el analista Orlando D’adamo, para quien desde Casa Rosada deberían “tomar nota de lo que pasó” y mejorar dos cuestiones: la organización del operativo de seguridad, para que no se repitan las escenas violentas del jueves; y sobre todo la explicación del polémico proyecto de reforma de las pensiones.

“La gente no sabe si ese proyecto es bueno o malo o si es algo que hay que hacer para que no estalle la economía”, sostuvo D’adamo, poniendo de relieve que, en este proyecto, el Gobierno ha perdido completamente la batalla por la opinión pública.

EFE