Libia vive octava jornada de combates cerca de Trípoli

TRÍPOLI. Violentos combates entre grupos armados rivales se registraron este lunes por octavo día consecutivo en el sur de la capital libia, donde los enfrentamientos han dejado 47 muertos en una semana, según el ministerio de la Salud.

Las explosiones se escucharon durante la mañana en el centro de Trípoli.

Un portavoz de los servicios de rescate, Ussama Ali, informó sobre enfrentamientos en la periferia de la ciudad, y agregó que las familias que quedaron atrapadas en medio de los combates no han podido ser evacuadas.

“Los grupos armados cierran las rutas que los llevan a sus posiciones, y de pronto, bloquean el acceso a la ayuda y a los rescatistas”, dijo.

Algunos testigos dijeron que también hubo combates violentos especialmente en el perímetro del barrio de Wadi al-Rabii, al sudeste de la capital.

Según el ministerio de la Salud, los enfrentamientos que oponen desde el 27 de agosto a las milicias rivales en la periferia sur de la capital habían dejado hasta el domingo en la noche al menos 47 muertos y 129 heridos, la mayoría civiles.

En el centro de Trípoli, un reportero de la AFP constató una actividad prácticamente normal y la circulación era más fluida que lo habitual.

La víspera, unos 400 detenidos se escaparon después de un motín en la prisión de Ain Zara, en el sector de sur de Trípoli.

En esta cárcel están detenidos condenados por delitos comunes y ex partidarios del régimen del ex dictador Muamar Gadafi, sentenciados por cargos de asesinato en la rebelión de 2011.

Pero un responsable del ministerio de Justicia precisó el lunes a la AFP que los prisioneros que se fugaron estaban en el ala reservada a los detenidos por delitos comunes.

Los partidarios del viejo régimen están presos en otra parte donde “no se registró ningún problema”, dijo una fuente bajo condición de anonimato.

Las principales figuras del anterior régimen están recluidas en otra cárcel de Trípoli y en una en Misrata, a 200 km al este de la capital.

Desde 2011, Trípoli es blanco de una lucha de influencia entre milicias que buscan dinero y poder.

AFP