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Embajador afgano en Unesco agradece apoyo a su pueblo en tiempos de "terror"

Azizi es también embajador en Francia y se mantiene en su cargo en París a pesar de la llegada al poder de los talibanes

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Embajador afgano en Unesco agradece apoyo a su pueblo en tiempos de terror
Talibanes afganos. (FUENTE EXTERNA)

El embajador de Afganistán ante la Unesco, Mohamed Homayoon Azizi, agradeció la inscripción de una festividad afgana en la lista de patrimonio inmaterial en las "circunstancias particulares y sin precedentes" que experimenta su país, donde "el terror, la miseria, el miedo y la guerra dominan la vida diaria".

Momentos después de que el Comité de Patrimonio Inmaterial de la Unesco reunido en Rabat incluyera en la lista la festividad de la Chella, que se celebra el último día de otoño en Afganistán y también en Irán (donde se denomina Yalda), el embajador agradeció el apoyo de la organización cuando "los derechos básicos del pueblo afgano están siendo violados".

Azizi es también embajador en Francia y se mantiene en su cargo en París a pesar de la llegada al poder de los talibanes, afirmando que el gobierno que le nombró fue el legítimo, mientras que el actual no es reconocido por la comunidad internacional.

Frente al comité de la Unesco, Azizi se ha felicitado por la inscripción en la lista de la festividad, que "representa una reunión amistosa y pacífica, donde la poesía y la música acompaña la noche más larga del año alrededor de una mesa".

Para él se trata de un "símbolo del fuerte apoyo de los estados miembros a las naciones que experimentan los días más difíciles de su historia". Azizi terminó su alocución llevando "la felicidad de esta inscripción a mi gente que sufre".

Según indica la Unesco, la Yalda/Chella es una fiesta tradicional que celebra el sol y el calor de la vida y tiene lugar en Irán y Afganistán en la última noche del otoño.

"Las familias se reúnen en la casa de los mayores alrededor de una mesa con varios objetos y alimentos simbólicos: una lámpara para simbolizar la luz, el agua para representar la limpieza y los frutos rojos (granadas, sandías, remolachas, azufaifas, uvas, etc.) para simbolizar el calor", indica.

En la festividad también se beben caldos, y se comen dulces y frutos secos, se recitan poemas, se cuentan historias, se participa en juegos, se toca música y se entregan regalos a los niños, a las novias y a los suegros.

El evento celebra "la identidad cultural, la naturaleza, el respeto a las mujeres, la amistad, la hospitalidad, la diversidad cultural y la convivencia pacífica", indica la Unesco.

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