Siria responde a EE.UU. que luchará hasta acabar contra su presencia ilegal

BEIRUT. El Gobierno sirio respondió hoy a Washington diciendo que luchará hasta terminar con “la presencia ilegal extranjera” en su territorio, después de que el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, afirmara ayer que su país permanecerá militarmente en Siria hasta el fin de los yihadistas.

“Siria continuará su guerra implacable contra los grupos terroristas bajo distintos nombres hasta limpiar cada palmo del suelo sirio de la abominación del terrorismo y seguirá con la misma determinación su trabajo hasta la liberación de Siria de cualquier presencia ilegal extranjera”, dijo una fuente oficial en Damasco.

Dicha fuente, del Ministerio sirio de Exteriores, explicó a la agencia estatal SANA que la presencia castrense de EE.UU. en Siria es “ilegal y supone una violación flagrante de la ley internacional, además de un ataque a la soberanía nacional”.

A su juicio, el objetivo de Washington es proteger al grupo terrorista Estado Islámico (EI) “originado por la Administración de Obama”, en referencia al expresidente de EE.UU. Barack Obama.

La fuente subrayó que “el Gobierno de Siria no necesita ni un dólar de EE.UU. para la reconstrucción, porque ese dólar está manchado de sangre de los sirios. (EE.UU.) No está invitado a contribuir en ella, ya que las políticas de la Administración americana solo crean destrucción y sufrimiento”.

Ayer Tillerson declaró que su país mantendrá su presencia militar en Siria hasta asegurar la completa derrota del EI para evitar “los mismos errores” de 2011 con la salida “prematura” de Irak.

“No podemos cometer los mismos errores que se hicieron en 2011, cuando una partida prematura de Irak permitió al Estado Islámico y otras organizaciones causar el caos y encontrar un cobijo seguro en el país”, afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense.

La fuente siria consideró que “los asuntos internos de cualquier Estado del mundo son asunto exclusivo del pueblo de ese país y, por tanto, nadie tiene derecho a expresar su opinión porque supone una violación de la ley internacional y contradice las teorías más importantes de la ley constitucional”.

EFE