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"Al TC lo legitima la coherencia y certeza de sus decisiones"

Lucio Pegoraro cree que el derecho va regreso a la Edad Media

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Al TC lo legitima la coherencia y certeza de sus decisiones
El jurista italiano Lucio Pegoraro en su visita a Diario Libre.

SANTO DOMINGO. Ante la medición de fuerza que se da entre los poderes del Estado, el tema de la legitimidad sirve de escudo. Para el poder político, esa legitimidad se soporta en las bases, pero en la Justicia constitucional emanará de sus buenas decisiones.

El planteamiento lo hace el experto constitucionalista italiano Lucio Pegoraro, quien ve en los Tribunales Constitucionales (TC) al garante del pacto entre las mayorías y las minorías.

A decir del profesor y jurista constitucional, los tribunales constitucionales tienen siempre que luchar contra "personajes" que les niegan la legitimidad que adquieren por su elección prevista en una Constitución, que a su vez es democrática.

"El político siempre puede decir que tiene 10 millones (de personas) detrás, pero el tribunal no, se legitima a través de la sabiduría, y a través de un uso prudente de sus inmensos poderes, de la coherencia de sus decisiones, que deben asegurar la certeza del derecho, y al mismo tiempo, la actualización del mismo", expone.

Pegoraro entiende que el ataque a estos tribunales se da, sobre todo, en los lugares de recién creación, y recuerda que ya nadie critica a la Corte Suprema de Estados Unidos o a la Corte Italiana. En esta última, hace la excepción de (Silvio) Berlusconi, claro.

Prefiere ver los ataques como algo normal, y manda a estar tranquilo. "¿Quién tiene el poder? ¿El supremo o constitucional? Cada poder llama su atención, y depende de la fuerza moral y cultural del tribunal el conquistar su espacio". Y deja claro que los TC no defienden las mayorías parlamentarias, sino el pacto entre mayorías y minorías, blancos y negros, católicos y laicos. "Entre el parlamento y el TC, yo me voy por el TC, que es el guardián del pacto y no de la mayoría parlamentaria".

El jurista reconoce la evolución de estos tribunales en los países del Este, y la innovación que hacen a través de sus jurisprudencias.

En el caso de América Latina, cita la suplencia que hacen éstos ante la falta de solución del poder legislativo, o cuando el poder judicial es demasiado respetuoso de la Ley. "Hay un problema en AL que piensa que el positivismo jurídico se da cuando la ley es la única forma de producción de derecho y no es así. El positivismo jurídico es fantasioso y plural".

Pegoraro, quien estuvo de visita en el país, es autor de varias obras de derecho comparado y tiene en su haber unos 250 ensayos y artículos para revistas europeas y de AL. Es además investigador de la Universidad de Bolonia.

De vuelta a la Edad Media

Al analizar en su conjunto los años de implementación de los tribunales constitucionales, Pegoraro advierte un regreso a la edad media. "Después de la introducción de los TC, el papel de los jueces se ha fortalecido. Al mismo tiempo, el caos ha reinado en la producción autoritativa del derecho. Se introducen formas débiles de derechos "soft law", obedecer si quieres, y hay incertitud. La legislación no tiene la coherencia de los códigos, y el proyecto napoleónico está fracasado".

Estima que en ese regreso al pasado, los jueces van ocupando la misma posición que ocupaba la producción jurisprudencial del derecho antes de la revolución francesa. Advierte, además, una falta de control en el pluralismo de fuentes, que deja al ciudadano en incapacidad de entender lo que pasa y de cuál es el derecho que debe obedecer.