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Científicos desarrollan la "nariz electrónica"

Los israelistas trabajan en el proyecto para localizar a los delincuentes

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Científicos desarrollan la nariz electrónica
Los expertos afirman que el olor es como una huella digital.

Jerusalén. Científicos israelíes del Instituto Tejnión de Haifa (norte) desarrollan una "nariz electrónica" para detectar la "huella aromática" de seres humanos que podría ser empleada en el futuro en la identificación y localización de todo tipo de delincuentes.

En una investigación financiada por el Ministerio de Seguridad Interior de Israel, un equipo científico bajo la dirección del profesor Husam Hayek, ha recurrido a microscópicos sensores químicos para identificar las trazas intransferibles del olor que desprende cada individuo.

"Es como una huella digital, todos tenemos un olor particular y la investigación trata de descubrir si se puede establecer un vínculo concluyente que pueda ser empleado en tribunales", dijo a Efe Tzvika Kanfer, director de Ciencias Exactas y Tecnología en el citado ministerio.

La investigación, que durante 2013 pasará la prueba decisiva de eficacia, se inspira en el olfato de los perros, animales con miles de "receptores" capaces de detectar, analizar e identificar el olor de objetos y personas.

"Tratamos de emular el olfato canino de forma electrónica", explica Kanfer, simplificando lo que realmente se esconde detrás de la investigación: miles de algoritmos e incontables retos científicos en el campo de la nanotecnología. Uno de ellos es el de que la "nariz electrónica" reproduzca desde el proceso de inhalación de partículas hasta el de análisis de aromas que se realiza en el cerebro humano, y que atribuya eficazmente a la persona en cuestión una "identidad".

"El cerebro se especializa en la identificación de patrones y al identificar el de un olor busca en su almacén de memoria para determinar de qué o quién se trata", explica.

El olor que deja una persona al respirar o tocar un objeto consta de un "patrón aromático" singular en cada individuo, pero lo más difícil es "sintetizar ese patrón de otros olores ambientales con los que se mezcla". Esto es todo un reto para los sensores, que deben sintetizar el patrón de entre toda la contaminación que va acumulando el cuerpo en el día. EFE