“El poder municipal debe seguir fortaleciéndose y obtener más atribuciones y más independencia”
Inés Aizpún
SANTO DOMINGO. David Collado llegó a la Alcaldía después de una campaña electoral corta y contradiciendo a unas encuestas que por meses le habían negado el triunfo. No tiene el perfil habitual del político pero tampoco es un outsider. Amable, se le siente muy cómodo cuando le abordan en la calle. Y aunque hay ya quien baraja su nombre para puestos más altos en el 2020, él insiste en derivar la conversación a límites estrictamente municipales.
-A once meses de su toma de posesión, ¿qué tres logros destacaría?
La recogida de basura nocturna, el mercado de Honduras, el mercado de Los Guandules y los cementerios. Le di cuatro. Pero puedo seguir: el rescate del Mirador Sur, las obras del Malecón a punto de ser entregadas a la ciudad. Montesinos también ha arrancado ya, el plan de transparencia junto al PNUD. La iluminación del Ensanche La Fe, junto a Edesur. Tenemos cinco camiones para resolver el tema de los imbornales y le están dando tratamiento con una brigada de más de 30 hombres. Hemos pasado los aguaceros de este año y no ha habido una gran crisis... Me siento orgulloso de haber cumplido lo que dije en campaña. Que los hechos hablarían.
-¿Y tres dificultades con las que no esperaba encontrarse?
El punto muerto con el Vertedero de Duquesa, la deuda heredada y cómo manejar el tema de la educación ciudadana. La coordinación del destino final de los desechos sólidos se nos ha complicado en varias ocasiones y eso retrasa todos los programas de la Alcaldía. Por el problema de Duquesa no hemos podido avanzar más en la recogida nocturna de basura.
Heredé 1,600 millones de pesos de deuda en el Ayuntamiento y hemos tenido que lidiar con eso. Vamos pagando y renegociando deudas y aumentando las recaudaciones. En algunos casos hemos negociado deudas en más de un 50% y otros en un 100%. Y el tema de compenetrarnos con la educación ciudadana, que la gente entienda que vive en una ciudad donde todos tenemos derecho a vivir tranquilos.
Hubo un costo político en prohibir las bocinas en los maratones del Mirador Sur o los conciertos en el Nuryn Sanlley, pero estábamos dispuestos a asumirlo, no solo porque se ofreció en campaña, sobre todo porque es el camino hacia la ciudad que todos merecemos.
-El vertedero que sustituya al saturado de Duquesa... ¿debe estar en Haina?
Yo creo que este tema se ha mal interpretado y se está manejando quizás de la manera no indicada. La ciudad de Santo Domingo tiene un gran problema y necesita un vertedero para llevar los desechos sólidos, la crisis con el vertedero de Duquesa no nos deja programar la ciudad. Comenzamos con la recogida nocturna en la Circunscripción número uno, la llevamos a la tres y vino la crisis y se detuvo el plan...
Un día que pierde la ciudad de entrega de desechos sólidos a Duquesa representa cuatro días de retraso en la recogida del Distrito. ¿Cómo nos programamos bajo esa circunstancia, si cada mes hay un forcejeo para entregar o no reciben el cheque o lo reciben pero no llega un plan definitivo? Esperamos que esta comisión que creó el Poder Ejecutivo para Dominicana Limpia traiga ya la solución al destino final de la basura del Distrito Nacional.
-¿Qué opina del Plan Dominicana Limpia?
Realmente no tenía los detalles. Me enteré del Plan cuando se anunció y nosotros vamos a apoyar todo lo que vaya en beneficio de los munícipes siempre y cuando también se mantenga la independencia de los poderes. El poder municipal poco a poco va a tener que seguir fortaleciéndose y tener más atribuciones y más independencia. Tenemos la humildad de trabajar en conjunto con el Gobierno y con cualquier institución que sea necesaria porque colocamos los intereses de la ciudad de Santo Domingo por encima de los intereses políticos y partidarios.
-Hablábamos de Haina...
Nosotros no “queremos“ llevarle basura a Haina o a Santiago o a Boca Chica... pero hay una realidad de la que hay que partir: el Distrito Nacional no tiene terrenos, no tiene dónde llevar la basura. Tiene que ser un plan en conjunto, pero el Distrito Nacional es donde más basura se produce en el país, incluso más que en municipios como Santo Domingo Oeste con más cantidad de personas, pero que produce menos basura. ¿Por qué? Porque la mayoría de las personas de Santo Domingo Este y Santo Domingo Norte vienen a la Capital a trabajar, comen en la Capital, generan basura en la Capital y van y duermen en su municipio y el problema se queda aquí.
Igual lo de los industriales de Haina. Yo entiendo su posición pero también me gustaría recordarles que ellos duermen, tienen sus casas y hacen su vida en el Distrito Nacional; ellos van y trabajan en Haina. Yo le diría a la gente de Haina “perfecto, que la Capital no lleve la basura hacia allá”. Nosotros no queremos llevar un problema a ninguna otra ciudad, pero entonces, si yo fuera ellos, aprovecharía el vertedero a cielo abierto que tienen porque están a unos cinco minutos uno del otro. El vertedero viejo de Haina está a cinco minutos de los industriales igual que el nuevo ¡Entonces utilicen el nuevo que es el que tiene de verdad la tecnología y los avances que se necesitan! La Capital necesita una solución y la necesita ya. Todos debemos dejar los intereses particulares a un lado.
El país más atrasado de toda América Latina completa en cuanto al destino final de sus desechos sólidos es República Dominicana.
-¿Quién tiene la potestad de decidir?
El ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito. Todo quedó en sus manos y él tiene la facultad de definir ese tema.
Nosotros seguimos trabajando... Ahora sacamos el concurso “Yo cuido mi barrio”. 55 barrios de la capital van a competir para tener los barrios más limpios de la ciudad. El barrio que gane recibirá tres millones de pesos en obras. Ellos nos van a decir dónde se necesitan las obras, dónde se van hacer y cómo. Aparte de eso, vamos a dejar cinco policías municipales fijos en el barrio, que ellos mismos van a depurar y les vamos a dar diez empleos con el fin de que nos ayuden a limpiar otros barrios. Si ellos tuvieron la capacidad de tener el barrio más limpio de la Capital nos pueden ayudar a replicar lo que a ellos les funcionó. Habrá un barrio ganador por cada circunscripción.
-¿Le gusta la política?
Una parte de ella. Yo creo que la sociedad cambió y la política también cambió y el político que no entienda eso va a quedar fuera de la realidad que estamos viviendo. La gente ya no quiere emperadores, ni quiere políticos en cuartos fríos. La sociedad se ha empoderado y quiere formar parte de las decisiones. En el caso del Ayuntamiento, a través de las Juntas de Vecinos.
-Cuando la gente habla de “los políticos”... ¿usted se siente incluido?
Esa definición se la dejaría a los capitaleños. Yo me considero como un ave de paso que está ocupando la gerencia de la ciudad de Santo Domingo, que está dejando su cuerpo, su mente, su alma y corazón en las calles de la ciudad tratando de recuperar las necesidades básicas. Los técnicos que me acompañan en esta administración van al terreno y ven la realidad. Cuando los financieros ven la realidad, los problemas en los barrios, están más sensibles y saben que lo que administran allá en un cuarto frío afecta a la vida de la gente.
-Proyectos como Domingo Savio. ¿Usted entiende que deberían ser del Ayuntamiento o son unas escalas que solo puede abarcar el Gobierno central?
Yo creo en las alianzas del Poder Ejecutivo y del poder municipal y gobierno de la ciudad y entiendo que hemos dado señales claras de esa visión visitando al presidente de la República, al ministro de Obras Públicas, al de Cultura... firmando acuerdos con diferentes instituciones, porque de la única manera en que uno puede sacar una ciudad adelante es con el esfuerzo de todos.
Pero también entiendo que se debe respetar lo que dice la Constitución, que se deben respetar los gobiernos locales como pasa en toda América Latina. El desarrollo de los países va de la mano de los gobiernos locales, con el fortalecimiento de las instituciones, con el cumplimiento de nuestra Constitución que manda que cada dos años se den más funciones a los ayuntamientos.
Trabajamos con muy poco presupuesto, la capital es una de las que menos presupuesto tienen en toda América Latina, por no decir la que menos. Guayaquil tiene un prepuesto de 800 millones de dólares. Nosotros tenemos un presupuesto al año de 75 a 90 millones de dólares.
¿Cómo se puede gerenciar una ciudad capital con 90 millones de dólares? Eso es un imposible, y por eso creo que hay proyectos que hay que trabajarlos en conjunto, pero creo que también tiene que haber la visión de ir fortaleciendo los ayuntamientos, los gobiernos locales para descentralizar el poder.
-¿Cómo encaja el Distrito en un concepto de metrópoli?
Nosotros estamos trabajando un plan de ordenamiento territorial. La Constitución manda que el gobierno de la ciudad es quien rige en temas de urbanismo y de ordenamiento territorial. Para el 16 de agosto vamos a presentar el primer borrador del plan de ordenamiento territorial de la ciudad de Santo Domingo. Y a partir de ahí vamos a socializarlo. Va a ser totalmente discutido, pero va a haber un plan.
Tenemos que tener reglas claras. No puede ser que porque usted sea amigo del alcalde o de un regidor, usted tenga tres pisos más o tres pisos menos. Reglas claras. Estamos pensando dar altura sobre la base de qué se le va a entregar a cambio a la ciudad como sucede en Nueva York y en otras grandes ciudades. Usted necesita más altura y mediante algo que ya está estipulado... usted tiene que darme áreas verdes para la ciudad, por ejemplo.
-Se ha rodeado de técnicos jóvenes... ¿son de su partido?
Yo he sacrificado un poco la parte política y estoy totalmente decidido al año 2020 irme para mi casa porque las decisiones que estoy tomando muchas veces van en contra de lo que es lo normal en la política. Yo estoy buscando los mejores jóvenes en cada área. A Amín Abel nunca lo había visto en mi vida, ni a Jesús D’Alessandro tampoco. Vi sus CV, sus recomendaciones, me senté con ellos y hablé sobre lo que necesitaba nuestra ciudad. Santo Domingo necesita sangre nueva, joven, que no esté permeada. Y yo tengo la confianza de más de 270.000 personas que entendieron que yo podría representar ese cambio.
-El acuerdo con el PNUD... ¿es como tener un auditor interno a tiempo completo?
Es más que tener un auditor; ellos hacen las compras. El PNUD es un paso que estamos dando -sin quitar el mérito que tiene la Dirección de Compras y Contrataciones- para fortalecer la institución que es la ciudad de Santo Domingo, para garantizar la transparencia. Cuanto más se desligue mi administración de las compras, yo seré más feliz. Yo quiero concentrarme en administrar la ciudad.
De enero a la fecha hemos recaudado 120 millones de pesos más que la pasada administración de enero a mayo en arbitrios y en el cobro de la basura. Pero si nos vamos al tema del aseo urbano... hemos ahorrado más de 100 millones de pesos del 16 de agosto a la fecha en los pagos a las compañías contratadas. Si por un lado hemos ahorrado 100 y por el otro hemos subido 120... Tratamos de hacer eficiente la administración y focalizar los recursos.
-¿Cuántos empleados encontró, cuántos tiene ahora y cuántos debería tener el ADN?
Encontramos una nómina de unos 5,000 empleados, a mayo teníamos unos 6,500 empleados porque 1,500 estaban fuera de la nómina regular. Ahora tenemos quizás 500 empleados menos que los que recibimos y la nómina de 1,500 que estaba activa a mayo no existe en mi alcaldía.
¿Cuántos se necesitan? Depende la visión de la ciudad que tenga el alcalde de turno. Le voy a poner un ejemplo muy práctico. Nuestra ciudad contaba solo con 13 trimmer para limpiar las áreas verdes del Distrito. 13 no dan ni para el Mirador Sur. Por eso tenemos muchas áreas verdes abandonadas. En la actualidad, tenemos 140 trimmer, y estamos subiendo a 300 los obreros que estarán dispersos en todos los parques de la ciudad. Los que entren, es a trabajar.
-En la Ciudad Colonial confluyen muchos intereses e instituciones. ¿Cuál es su visión?
Nosotros queremos hacer de la Ciudad Colonial una ciudad modelo, replicable a otros sectores. Aquí vamos a tener Internet gratis en los diferentes parques de la Zona. Vamos a empezar con 13. Aquí tenemos 120 policías municipales que se va a aumentar a 150 y estamos introduciendo 20 motores y 20 bicicletas para policías municipales garantizando la seguridad en la Ciudad Colonial, que recibe aproximadamente 2,800 turistas cada dos días. Creamos una brigada de limpieza de 25 hombres y mujeres sólo para la Ciudad Colonial, para el barrido de los parques, para que recojan la basura cuando los zafacones están llenos, trabajando el día entero en la Zona. El tránsito y el flujo de personas se ha duplicado. Los fines de semana está totalmente llena, la familia dominicana ha vuelto a la Ciudad Colonial porque es una zona de esparcimiento.
Tenemos un programa de reciclaje de basura que vamos a fortalecer con la Embajada de Francia. Vamos a fortalecer el tema del aseo urbano y vamos a aumentar la frecuencia. Ahora mismo tenemos dos frecuencias de recogida de basura que vamos a llevar a 3 hasta que la ciudadanía se acostumbre a sacar la basura a las 6 de la tarde. Estamos colocando señalización en todas las islas donde hay de parqueo con letreros de zona de carga y descarga de los camiones para negocios y restaurantes, no como un parqueo en el día.
-¿Cuál es la solución al parqueo en la Zona Colonial? Aunque la peatonalización sea la aspiración final...
Correcto. Sí, la Alcaldía tiene el parqueo de la Calle Billini que está al lado de Casa de Teatro, en el que entendemos que se debe hacer una alianza público-privada y hacer un parqueo soterrado con dos pisos hacia arriba sin violar los parámetros de la Ciudad Colonial. También hay proyectos de varios empresarios que están en estudio por Patrimonio Cultural para hacer parqueos dentro de la Ciudad Colonial. Es un negocio y nosotros debemos incentivarlo en todo el Distrito porque el problema de los parqueos es de toda la ciudad.
-¿Tiene la Alcaldía poder para obligar a hacer parqueos con el marco legal actual?
Sí, claro que sí. Y no solo para obligar sino sobre todo para incentivar. Hay empresarios interesados en invertir en parqueos, pero preguntan “¿de qué sirve hacer la inversión si van a dejar que la gente se estacione sobre las aceras?” Y dañar las aceras cuesta dinero de la alcaldía y también del Poder Ejecutivo.
-En la campaña habló mucho del Malecón.
Nuestra ciudad vive de espaldas al mar y eso no debe ser así. Antes del 16 de agosto vamos a inaugurar los primeros 400 metros de Malecón totalmente iluminados, con las aguas pluviales y los imbornales reparados y remozados. Un nuevo trazado de aceras regresando al gris como están en todas las ciudades, con las ciclovías, también los reductores de velocidad. Ayer estuvimos supervisando esa obra y va muy bien.
-¿Van a conseguir que se desvíe el tránsito pesado?
Tenemos un acuerdo que se anunciará en los próximos días con los sindicatos de los camiones, con la Asociación de Industrias, Turismo, Ayuntamiento y se está en comunicación con Obras Públicas para implementar un horario los días de semana hasta las 9:00 de la noche sin tránsito de camiones y los fines de semana hasta las 12 de la medianoche. ¿Qué buscamos? Dar tiempo a que Obras Púbicas pueda terminar la circunvalación para que estos camiones entonces no doblen y se metan en Gazcue.
-¿Cómo ha cambiado su vida desde que es alcalde?
Del cielo a la tierra. Estamos trabajando sábados, domingos, días feriados. El tema del urbanismo es como un vicio... Uno se va envolviendo en la ciudad y viajas y ves la ciudad de otra manera, lo que observas es cómo tiran la basura, qué hay en las aceras, qué flores tienen de decoración, qué arboles...
Me ha cambiado la vida totalmente y muchas veces me pregunto para qué me metí en esto... no lo voy a negar. Pero también muchas veces salgo muy satisfecho cuando veo que puedo impactar en cambiar la vida de un sector de manera directa como hicimos en Cristo Rey. Asfaltamos más de nueve calles, arreglamos el bacheo, aguas negras y cuando hablábamos con la gente nos decían “yo viví 14, 20 años con un olor a materia fecal aquí en la acera de mi casa, ya no hay olor.” Eso compensa todo.
Inés Aizpún
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