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Cañada
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En ríos Ozama e Isabela descargan 54 cañadas y 241 empresas del Gran Santo Domingo

La construcción de viviendas en los alrededores de las más de 54 cañadas del Gran Santo Domingo y la deficiencia en la recogida de los residuos sólidos se combinan y provocan hacinamiento, enfermedades y hasta muertes, pero además, son el canal para la descarga de miles de toneladas de basura que van a parar a los ríos Ozama e Isabela.

La tormenta Beryl , que afectó el país el pasado 10 de julio, activó la alerta de los ciudadanos residentes en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo y puso en evidencia el histórico problema de la contaminación causada por más de 42 cañadas que vierten sus residuos sólidos y líquidos directamente a los ríos Ozama, Isabela.

El litoral del mar Caribe, desde la desembocadura del Ozama hasta Güibia, fue el escenario donde se acumularon los residuos que sorprendieron no solo a los dominicanos, sino también a extranjeros.

La tormenta dejó en la demarcación un volumen de lluvia superior a los 100 milímetros, equivalente al 19% de toda la lluvia caída en el país durante un año.

El drenaje natural del Distrito Nacional, de los municipios Santo Domingo Este, Norte y hasta de provincias colindantes, empujó hacia ambos ríos, alrededor de 1,800 toneladas de residuos sólidos que tardaron 24 días en ser recogidos.

La Alcaldía del Distrito Nacional, como la autoridad municipal, no solo tomó la rienda de la situación junto al Ministerio de Obras Públicas, sino que también adoptó medidas para evitar se repita la situación y anuncia proyectos conjuntos con la CAASD, la Fundación Parley y otras entidades.

“Nosotros entendemos que la problemática en general debe ser enfrentada en conjunto, y tenemos pendiente una visita al director de la CAASD donde vamos tratar ese tema, ellos tienen un plan muy ambicioso de este tema de las cañadas”, dijo el alcalde David Collado.

El edil indicó que el trabajo de limpieza de las Fundaciones en la zona norte será reforzado para que haya menos basura en las cañadas. De acuerdo con cálculos, los ríos Ozama e Isabela reciben alrededor de 110 mil toneladas de residuos al año. Además de la basura miles de familias descargan sus sanitarios directamente a las cañadas que impactan los ríos y 241 empresas también vierten sus residuos líquidos en ambos ríos. Medio Ambiente ha trabajado con medio centenar de esas empresas conminándolas a instalar plantas de tratamiento.

“Es un tema muy importante, para prevenir que sean afectados los ríos y el Mar Caribe. Se ha despertado un interés, la gente conocía el problema de la basura en los ríos, el tema estaba ahí y no se trataba, ahora sí”, dijo Collado.

Tres meses antes de las lluvias de Beryl, dirigentes de las fundaciones que recogen la basura en 18 barrios de la zona norte, habían advertido del cúmulo de unas 2,000 toneladas que no se estaban recogiendo en esos sectores por varias causas y que la salida que encontraba la gente era tirar la basura a las cañadas y a los ríos.

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Alejandro Montás, director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), entidad que ejecuta el plan maestro de rehabilitación de cañada dispuesto por el presidente Danilo Medina, informa que han estado trabajando en la rehabilitación de las cañadas, colocándoles losas que reducen el peligro y la contaminación.

Hasta la fecha 11 cañadas del Gran Santo Domingo han sido intervenidas, saneadas y canalizadas con la construcción de estructuras que se han convertido en calles por encima de su cauce que permiten llegar hasta las orillas de los ríos.

Algunas de las más importantes son: La Cañada del Diablo, de La Zurza, El Arrozal, Villa Eloisa, Bonavides, Los Tres Brazos, San Luis, Cañada del Diablo de Villa Duarte, la de Gualey, Los Platanitos, Buenos Aires, Guajimía, (en su primer etapa), El Indio, Hato Nuevo, Enriquillo, para un total de 8,950.12 metros y un costo de RD$960,187,970.68.

De acuerdo con Montás alrededor de 400,000 personas residentes en los alrededores de esas cañadas se benefician con esas obras.

“Donde hemos intervenido esas cañadas no se han producido inundaciones, y prueba de ello es el comportamiento de Bonavides, El Arrozal y Villa Eloisa porque cada vez que llovía, había que sacar a la gente, el impacto que han causado esas intervenciones es muy positivo”. Aparte del trabajo de la CAASD, la Unidad para la Readecuación de la Barquita y Entono (URBE) también canalizó y cubrió con losas de cimentación la principal cañada que desemboca en La Vieja Barquita. José Miguel González Cuadra, director ejecutivo de la entidad, considera que la basura dejada por Beryl es un reflejo de que por decenas de años no se han aplicado políticas en busca de solucionar el problema.

“Todo lo que estaba en el Malecón era basura suelta, no estaban enfundadas, fue la basura que la gente tira a las cañadas o a los ríos porque los barrios no están diseñados para entrar los camiones y recoger la basura”, dijo. La Fundación Tropigas venía trabajando en la limpieza de los ríos Ozama e Isabela, a través de su programa Ribera Verde y en los días de la tormenta, puso en funcionamiento dos embarcaciones recolectoras de residuos adquiridas con recursos propios.

Su presidente, Carlos José Martí dijo que el aporte es parte de la responsabilidad extendida de la empresa.

Todos a una

Después del suceso de julio pasado muchas voces se han sumado al concierto de entidades que quieren aportar a salvar el Isabela y el Ozama, y aunque algunas lo han hecho con interés mediático, otras hacen sus aportes discretamente.

Para el director de la CAASD, Alejandro Montás, hace falta concientización ciudadana e integrar a todas las organizaciones en la conservación de los ríos como lo ha venido haciendo esa entidad en las 11 cañadas intervenidas.

“Las cañadas, prácticamente son el drenaje natural de la ciudad, pero las están mal utilizado, porque las están invadiendo, abren hoyos en las losas y tiran basura y se produce obstrucción, se entaponan, cae un aguacero y viene las inundaciones, la ruptura de las infraestructuras que nosotros estamos construyendo, el problema no son las cañadas, son las personas que tiran la basura en ellas” indicó.

El alcalde David Collado explicó que parte de las expectativas que tienen con el plan de educación ciudadana del cabildo es concientizar a la gente, sobre todo en los sectores de la zona norte, sobre la problemática que implica tirar la basura a las cañadas.

Dominicana Limpia también tiene su plan y como informa Domingo Contreras, llegarán conciencia a cada hogar de los alrededores de las cañadas.

“Vamos a ir a las cañadas hacer un cambio en la mentalidad de la gente, iremos casa por casa a concientizar a la gente sobre la responsabilidad de los ciudadanos de no tirar basura a las cañadas”.

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