“Santo Domingo es una ciudad difícil”

SANTO DOMINGO. El tránsito ha cambiado nuestra forma de vida. Los tapones en las ciudades dominicanas son ya un problema económico y medioambiental de solución compleja. La Fundación Erwin Walter Palmer convoca mañana jueves a un taller de medio día para mostrar y analizar una solución tecnológica que puede, si no revertir a corto plazo, sí detener y mejorar la situación. Hace 20 años, la velocidad media en la capital dominicana era de 20 kilómetros por hora. Hoy apenas llegamos a 6 kilómetros por hora. Nuestra vida ha cambiado. José Enrique Delmonte, presidente de dicha Fundación, habla con Diario Libre

¿Qué ha movido a la Fundación Erwin Walter Palmer a ocuparse del tránsito?

Somos un grupo de más de veinte arquitectos y urbanistas. Uno de nuestros miembros, Luis Polanco, está muy ligado a la tecnología y ha venido trabajando en proyectos de modernización tecnológica para Aduanas, para Migración. Quedaba pendiente el de tránsito para el que ya se había contactado a expertos, con doctorados en Tránsito, de Corea del Sur.

Corea exporta su tecnología y ofrece préstamos a muy bajo interés y muy largo plazo. Hace unos años ya se comenzó a trabajar en este tema. De hecho, este equipo coreano hizo un estudio del tránsito en Santo Domingo en 2012 pensando en plantear soluciones que habían funcionado en Seúl. Aquello se quedó en stand by pero la Fundación no ha dejado de trabajar y pensar en soluciones para el tránsito. En 2013 hicimos el primer seminario de “Movilidad urbana” en INTEC cuando estaba debatiendo la nueva ley de tránsito. Pero cada día que pasa el tránsito se pone peor. Creíamos que era el momento de retomar estos estudios y propuestas.

¿Cuánto dinero cuestan los tapones?

Diariamente, el costo de los tapones en el área metropolitana de Santo Domingo es de RD$48 millones... calculado con todos los algoritmos y con todas las variables que pueden suceder. Además, hay que sumar RD$12 o RD$13 millones diarios por el costo del combustible, el gasto de neumáticos, aceites y la devaluación de los vehículos, lo que da un total de RD$60 millones diarios. Al año, estamos hablando de casi RD$15 mil millones. Eso es en términos globales, pero en términos individuales hay un costo por la dificultad de movilidad, por no poder hacer lo que cada ciudadano debe o quiere hacer. Si tienes que hacer dos diligencias en el día, apenas puedes hacer una. El costo económico que esto representa para ti o para tu empresa, ya escapa a nuestros cálculos.

¿La solución viene por la tecnología, por un transporte colectivo eficiente, por mejorar la educación de los conductores?

La tecnología para mejorar la situación existe y se ha probado. Necesitamos que la gente que toma decisiones pueda tener contacto y conocimiento de soluciones aplicables. ¿Que no son la solución definitiva? No, pero es una gran solución porque que la tecnología ya resuelve un problema matricial a gran escala porque visualiza todas las variables que puede tener una metrópolis y puede solucionar inmediatamente los flujos del tránsito.

El tema es el flujo...

Sí, nosotros hace 20 años pudimos haber tenido un flujo de 18 kilómetros/hora en horas pico. Ahora, estamos entre 6 y 4 km/h, y no hemos querido decir que definitivamente son solo cuatro para no ser totalmente negativos. No avanzamos más de 6 kilómetros a la hora en horas pico.

¿Y cómo se logra que esa velocidad “de crucero” sea mayor?

Si estamos en 6km/h y la llevamos a 10 ó 12 km/h ya habremos logrado un cambio muy significativo, aunque no es la solución integral o la definitiva. Madrid tenía 12 km/h hace 8 años y ya está en 23 kilómetros por hora y tiene más vehículos que Santo Domingo. ¿Cómo lo logran? Con sistemas matriciales, con sistemas de algoritmos que van solucionando el problema. Y así tú lo tienes en San Pablo donde también se ha implementando este sistema. Y lo tienes en Seúl.

Este es un problema mundial, es un problema de metrópolis que se agudiza en las ciudades donde no hay un sistema de transporte público adecuado. Todas las ciudades están invirtiendo en su transporte colectivo y nosotros lo hemos estamos haciendo durante los últimos 40 años, pero con piezas sueltas. Los gobiernos lo hacían por retazos, pero no como un organismo completo. No había nada sistematizado y definitivamente hay que hacer una oficina de estudio urbano de la ciudad para que a partir de ahí se busquen las soluciones que no necesariamente son políticas.

¿Hay solución? ¿Hay países que ha logrado revertir una situación similar a la dominicana?

Sí, la hay. Será en fases y toca muchos aspectos. Y eso es lo que les hemos pedido a estos doctores coreanos que participan en el taller “Solución tecnológica para el tránsito en la ciudad de Santo Domingo”; que no nos hablen de pajaritos en el aire, sino que vengan y muestren. Porque ellos ya hicieron un estudio de Santo Domingo y plantean soluciones concretas.

Es un taller abierto, pero necesitamos que vayan los que toman decisiones. El alcalde de Santo Domingo ya confirmó; quisiéramos que fuera el ministro de la Presidencia, el ministro de Obras Públicas... Como Fundación estamos poniendo sobre la mesa que hay solución para el tránsito de Santo Domingo.

¿Y la actitud de los conductores?

Aunque escapa al objetivo de la tecnología, cuando las personas se sienten que no pueden salirse de un sistema que los vigila, automáticamente se amoldan. Ahora mismo... ¿por qué se roban un semáforo en rojo o se meten en una calle en vía contraria? ¿Por qué se maneja de esa forma? Porque no hay sanción de ningún tipo. Este sistema estaría vinculado al sistema de recolección de multas de la AMET. Tan pronto cometas una infracción ya estás registrado porque están todos los sistemas para tomarte la placa, pero inmediatamente entra al sistema que ya tienes una multa de mil pesos y tienes que pagarla. Hay millones de multas puestas en la AMET, pero ¿cuántas se cobran? Esa es otra cosa pieza suelta.

¿Este sistema que proponen está ligado a la semaforización?

Sí, claro. Aquí hemos avanzado en mucho con las cámaras del 911, que ya es un avance que tiene la ciudad. Las cámaras son un apoyo y si hacen falta más cámaras el programa lo debe contemplar. Los semáforos que sean totalmente eficientes; tiene que haber un lugar donde estén las mega computadoras, donde al día –exactamente 24/7-, las computadoras vayan movilizando y haya personas trabajando en ese sentido. Hay muchos componentes que intervienen que ya son técnicos, y que ya el jueves los van a explicar en detalle.

Inés Aizpún