Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

Cómo hacer frente al Reumatismo

Los intensos dolores que caracterizan a esta dolencia, no siempre van de la mano de la ancianidad. Las causas pueden ser de distinto tipo. Incluso, se cree que existe una cierta predisposición hereditaria. ¿Quién no ha oído hablar de la importancia del clima? ¿Por qué el frío, la humedad y las corrientes de aire sólo van a afectar a los más mayores? ¿Nuestro sistema locomotor se va a quedar inmune ante un sobreesfuerzo continuado porque aún no hayamos cumplido los treinta?

¿Síntoma o enfermedad?

Es precisamente entre quienes aún no han llegado a esa edad, donde suele hacer su aparición la fiebre reumática aguda, o reumatismo articular agudo. Su origen puede encontrarse en una infección en las vías respiratorias propiciada por aquella faringitis en la que derivó una mojadura.

Las articulaciones se componen de tres partes; los huesos cuyos extremos se van a articular, la cápsula que los envuelve y que produce un líquido (el sinovial) que lubrica y protege la articulación, y los ligamentos, que actúan como fajas que aseguran a los huesos entre sí, permitiendo el movimiento.

El reuma afecta al conjunto y en sí mismo no es una enfermedad; es un síntoma. A partir de los procesos reumáticos se originan las artrosis (desgaste de las articulaciones) y las artritis (inflamación).

Cambio de vida

Lo primero que hay que hacer es cambiar los hábitos o condiciones de vida perjudiciales. De nada servirá cualquier otra medida si la fuente del mal no se corta; aunque muchas veces no es del todo posible lograrlo, puesto que el medio laboral, origen de muchas dolencias, no se puede cambiar a capricho. Además, junto al sobrepeso y las posiciones incorrectas y prolongadas, el estrés es uno de los factores causantes de muchas enfermedades reumáticas.

Cada esfuerzo físico requiere un ejercicio de rehabilitación posterior, y tras una jornada laboral una simple ducha caliente junto con unos minutos de reposo horizontal ayudará a evitar muchos riesgos, tanto de reuma como de estrés. Es importante, además, saber aprovechar los fines de semana para soltar lastres.

Medidas sencillas

No hay que exagerar. Ni hay que echarse siestas que enlacen con el sueño nocturno ni hay que marcarse jornadas de ejercicio maratoniano. Para tonificar los músculos basta con un paseo de veinte minutos, y si es en un día soleado, mejor. La natación, que en invierno se puede practicar en instalaciones cubiertas, y la bicicleta (móvil o estática) son los deportes mas recomendables.

La aplicación moderada de compresas húmedas y calientes sigue siendo hoy el mejor alivio para los dolores reumáticos. Con ellas se consigue relajar los músculos contraídos y facilitar los movimientos articulares. Cuando la inflamación es intensa, no hay que recurrir al calor, que está contraindicado. En estos casos conviene aplicar frío, aunque siempre de forma moderada.