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El oficio de la administración de condominios

El crecimiento vertical ha disparado la demanda

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El oficio de la administración de condominios
El administrador está para solucionar problemas de edificios.

SANTO DOMINGO. Con el crecimiento vertical de Santo Domingo ha surgido el oficio del administrador de condominio, un enlace que garantiza el bienestar de la infraestructura donde decenas, a veces más de un ciento de personas, habitan.

José Gabriel García Álvarez, quien ha administrado más de un centenar de condominios en el país, asegura que un buen administrador puede evitar desde problemas entre vecinos hasta circunstancias familiares. "Tu crees que es fácil cuando una persona que vive ahí queda elegida como administrador del edificio y se tiene que encontrar en el elevador con otro que debe tres meses de la comunidad del edificio y te deja de hablar, se hace enemigo tuyo, no te saludan porque le mandaste una carta por moroso. Esa es la labor de un administrador de condominio", declara.

García Álvarez, escritor también del libro "De todo en la vida de condominio (2010)", asegura que el administrador no solo es un cobrador es también un 'solucionador' de problemas. "En los edificios te encuentras con personas que no están acostumbradas a vivir en sociedad. Y se niegan a seguir las reglas de convivencia, a aportar para resolver problemas comunes como el deterioro de una planta eléctrica, de la bomba sumergible, y una persona que conozca y es experimentada, asegura una solución de estos problemas", dijo.

Asegura, no obstante, que un buen administrador puede ser residente del lugar. "Un administrador no es una cosa cualquiera, debe ser honesto, creativo, buen líder y hasta conciliador familiar. Debe ser organizado, tener un plan estratégico y debe ser una persona que sabe lo que tiene que hacer cuando aparecen diversas circunstancias", explica.

Sin embargo, pese a las situaciones que suceden en la vida entre condómines, con facilidad se le delega la administración a personas sin experiencia. En el país existe más de un centenar de administradores formales de condominios y según García Álvarez, la cantidad de informales se duplican. "Para la Torre Hispania participamos con requisitos legales unos 76 administradores formales", dice el experto, quien lamenta no obstante que se haga en muchas ocasiones de manera informal.

"Hay personas que dicen: déjame llamar a mi primo que no está haciendo nada para que se venga a ganar estos chelitos, y eso es un grave error porque si un colmado quiebra se cierra, pero si un edificio quiebra los residentes no tienen para dónde coger", advierte.

El técnico indica que este tipo de decisiones en muchas ocasiones terminan atrofiando la vida de los residentes en el lugar. "La gente ve muchos edificios buenos, de lujo, que después de un tiempo tienen muchos apartamentos en venta y no piensan porqué tantos apartamentos se están vendiendo. A veces es porque los residentes huyen de un edificio donde el régimen y las reglas del condominio no quedaron claras. Otra porque el propietario ha sido sometido por no cumplir con el régimen de condominio y esto no es un relajo", dice.

Uno de los principales problemas de la administración de condominios, es la falta de la regularización del mercado. "Como no existe una tarifa hay personas que el trabajo que uno hace por mil pesos por apartamentos ellos piden 300 pesos o hasta una chilata, al cabo de un tiempo esas mismas personas terminan tomando del dinero que tenían destinado para la administración del condominio en sus gastos propios. Esos son charlatanes, personas deshonestas", concluye.

Convivencia

En el libro "De todo en la vida de condominios", García Álvarez sostiene que un buen administrador de condominios debe crear un protocolo para la buena convivencia de los habitantes, un fondo de reservas, un plan para el manejo de las emergencias, establecer las normas de los empleados del edificio, entre otros.