Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

España pide más Latinoamérica en Europa

Y es España la que vende el viejo continente como una oportunidad para el nuevo mundo

Expandir imagen
España pide más Latinoamérica en Europa
CADIZ.- Mientras España padece su quinto año de crisis económica, América Latina vive un período de relativa bonanza.

Y Madrid aspira a capitalizar ese momento.

La omnipresente crisis monopolizó el viernes el inicio de la Cumbre Iberoamericana, que reúne desde hace 22 años a los líderes de España, Portugal y Latinoamérica.

En Cádiz, una de las ciudades que centralizó gran parte del comercio entre las dos orillas del Atlántico durante la época de la colonia, los papeles parecen haberse intercambiado. Y es España la que vende el viejo continente como una oportunidad para el nuevo mundo.

"A este lado del Atlántico hemos visto en los últimos años surgir situaciones difíciles causadas por la crisis económica y financiera", dijo Juan Carlos al inaugurar solemnemente el encuentro en el Teatro Falla de Cádiz. "Nuestras miradas se vuelven hacia vosotros. Habéis hecho un esfuerzo extraordinario para estar hoy donde estáis y no podemos sino reconocerlo y buscar una experiencia que podamos compartir".

"Necesitamos más Iberoamérica", añadió.

Una idea que refrendó el jefe del gobierno español Mariano Rajoy.

"Europa es una oportunidad para América Latina", señaló Rajoy. "Más América Latina en Europa y en España es una receta imbatible para afrontar los futuros desafíos".

Bajo el lema "Una relación renovada", la declaración final de la cumbre fue esbozada por los cancilleres de los 23 países representados antes de las discusiones que mantendrán los presidentes y jefes de Estado en las sesiones de trabajo del sábado.

El documento realiza un diagnóstico de la crisis internacional y las recetas para superarla, que incluyen una apuesta por incentivos al crecimiento.

Precisamente ahora que España, Portugal y la Unión Europea se han embarcado en una dura política de recortes y ajustes para reducir su déficit, que han encontrado un fuerte rechazo social.

De hecho, la impopularidad de estas medidas se dejó sentir en la cumbre con la protesta de centenares de trabajadores de los astilleros de Cádiz, que cortaron durante una hora el principal puente de acceso a la ciudad antes de ser dispersados por la policía.

"La declaración de la cumbre ha estado centrada en un análisis de la crisis, porque es la crisis la que más afecta al empleo, al bienestar de los ciudadanos y al mantenimiento mismo del estado de bienestar", señaló el canciller anfitrión José Manuel García-Margallo.

"La austeridad es necesaria, pero la austeridad no es suficiente. La clave para salir de la crisis es el crecimiento. Y en el crecimiento y la recuperación de la confianza, la relación con Iberoamérica forma parte de la solución", agregó.

García-Margallo señaló que ante esta situación España aspira a convertirse en una plataforma para las empresas latinoamericanas que quieran invertir en Africa y Europa, al mismo tiempo que se ofreció a aportar la experiencia y capital humano de las compañías españolas para el desarrollo de infraestructuras y otros proyectos al otro lado del Atlántico.

Entre los acuerdos concretos, anunció que 70 empresas españolas y latinoamericanas suscribieron la creación de una comisión de arbitraje transnacional para dirimir conflictos más rápidamente y evitar la lentitud de la justicia.

Al margen de la economía, mencionó la creación de un Comisionado de la Cultura Iberoamericana, que se encargaría de difundir la cultura de la región.

Poco antes de la inauguración, los presidentes visitaron el Oratorio de San Felipe de Neri, una bella capilla del siglo XVII en la que se promulgó hace 200 años la primera Constitución de la historia de España.

A la cumbre asistieron todos los mandatarios de la región salvo los de Argentina, Guatemala, Venezuela, Cuba, Uruguay, Paraguay y Nicaragua, cuyo presidente Daniel Ortega canceló a última hora su visita.

La jornada finalizó con una cena ofrecida por la familia real -Juan Carlos, la reina Sofía y los príncipes de Asturias Felipe de Borbón y Letizia Ortiz- a todos los presidentes.

En el brindis, el monarca recordó a las decenas de víctimas del reciente terremoto en Guatemala. Y tuvo palabras de cariño para el presidente mexicano Felipe Calderón, quien se despide de las cumbres al finalizar su sexenio.