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Garantizan que no harán un juicio sumario al sector de Hipólito Mejía

Afirman llamado a movilizar bases es hecho por "la generación fallida"

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Garantizan que no harán un juicio sumario al sector de Hipólito Mejía
Juan Carlos Guerra

SANTO DOMINGO. El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) garantizó ayer que el proceso disciplinario al que fueron citados el ex presidente Hipólito Mejía y parte de la dirección de ese partido, se realizará respetando el debido proceso interno, obviando la tradición de juicios sumarios en las comisiones de disciplinas de los partidos.

Juan Carlos Guerra, vicepresidente del PRD y vocero del presidente del partido Miguel Vargas, criticó el llamado a movilizar las bases para desobedecer a la dirección partidaria del dirigente perredeísta Tirso Mejía Ricart.

Guerra manifestó que el ex mandatario, junto a dirigentes perredeístas de larga data, encabeza "la generación fallida del PRD", que no ha podido llevar a ese partido el tiempo necesario ni pudo mantenerlo en el gobierno cuando ganaron las elecciones en los comicios del año 2000.

"La crisis del PRD sólo se resuelve mediante el respeto a las decisiones institucionales, con disciplina y con una renovación del liderazgo que ponga al PRD en el siglo XXI", indicó.

Argumentó que los pasos que está dando el Consejo de Disciplina contribuirán a que el PRD se encamine hacia la modernización, el orden y el respeto institucional. "El PRD no puede seguir siendo un partido de liderazgos fallidos que no terminan de entender que su tiempo pasó y que ya es hora de que el PRD vaya hacia una época de triunfos, de cambios", puntualizó.

Guerra explicó que el proceso disciplinario a que han sido citados dirigentes perredeístas ha ocurrido porque el sector que sigue a Mejía dentro del PRD ha propiciado acciones como la de convocar a una elección de un bufete paralelo al de la bancada de diputados perredeístaa, así como un irrespeto constante al presidente del partido, Miguel Vargas.

Expuso que el grupo de Mejía ha violado constantes los estatutos y las decisiones del partido, al punto de llamar "inmoral" a la dirección del PRD.