La olvidada plazoleta de las Hermanas Mirabal en Santiago
Narciso Pérez
LA CUMBRE, SANTIAGO. La plazoleta o monumento en honor a las heroínas nacionales hermanas Mirabal que construyó aquí el Ayuntamiento del municipio de Tamboril en diciembre del 2008, se encuentra abandonado y el mal estado de la carretera dificulta o imposibilita que sea visitado por el público local o del exterior.
En visita de reporteros de Diario Libre al lugar, pudo comprobarse que incluso las dos astas metálicas donde deberían ondear la bandera nacional y la municipal, no tienen esos lienzos patrios y tampoco disponen de focos o luces.
Cecilio Antonio Veras, empleado del Ayuntamiento de Tamboril, declaró que lleva siete años cuidando el monumento y que después del deterioro de la carretera turística y la que lleva al lugar, de unos tres kilómetros, casi nadie visita ese espacio.
“Aquí siempre venían muchos estudiantes y turistas, pero después que se dañaron los caminos, nadie viene por aquí, ni los días 25 de noviembre, que es cuando se recuerda el asesinato de las hermanas Mirabal”, declaró Veras.
En la plazoleta hay además tres bustos con los rostros de las hermanas Mirabal construidos en bronce y debajo el nombre de cada una de ellas, Patria Mercedes, María Argentina Minerva y Antonia Teresa Mirabal.
Del mismo modo hay una tarja en bronce con el siguiente mensaje :“Desde aquí, desde lo alto, volaron para siempre Patria, Minerva, María Teresa y Rufino de la Cruz ,25 Noviembre 1960”.
Ayuntamiento de Tamboril Casa-museo Hermanas Mirabal Comisión Efemérides Patrias Gobierno Constitucional Leonel Fernández-2008-2012.
En dos bloques de cemento hay escritos mensajes alusivos a las hermanas Mirabal de parte del grupo de corredores Los Cerros y del Movimiento Restaurador Duartiano (MRD).
La plazoleta fue inaugurada el 7 de diciembre del 2008 con la presencia de las autoridades municipales de la época, así como de algunos familiares de las hermanas Mirabal.
Moradores del lugar confirmaron que debido al mal estado de la carretera que lleva al monumento, decenas de personas se devuelven de la entrada en la Cumbre.
Narciso Pérez
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