La ONU demanda aplicar la fuerza de la ley a traficantes de humanos en las fronteras
El tráfico humano es un problema entre los límites fronterizos de la República Dominicana y Haití
Mariela Mejía
NUEVA YORK. Un año después de que los Estados Miembros de las Naciones Unidas adoptaran la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes, el secretario general António Guterres demandó hoy una mayor responsabilidad sobre los traficantes de seres humanos y contrabandistas “que se aprovechan de la desesperación de los más vulnerables”.
“Estos criminales a menudo disfrutan de la impunidad, ya que trabajan a través de las fronteras, utilizando el sistema financiero internacional para su propio beneficio. Tratar a los seres humanos como carga y contrabando es completamente inaceptable, y los que lo hacen deben enfrentarse a toda la fuerza de la ley. Debemos ofrecer simultáneamente una protección adecuada a sus víctimas, que son tratadas muchas veces como si fueran criminales”, dijo Guterres en una reunión paralela a la Asamblea General, que se celebra en esta semana, para dar seguimiento a la Declaración de Nueva York.
Conforme se ha registrado a través de denuncias e investigaciones, la frontera entre la República Dominica y Haití es vulnerable para el desarrollo del tráfico humano, donde por una suma de dinero (RD$5,000, por ejemplo) los contrabandistas hacen arreglos para cruzar a los extranjeros, en su mayoría haitianos, mediante el pago de sobornos a militares y el suministro de documentos irregulares.
El Ministerio de Defensa domicano reportó que en el primer semestre del año el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) impidió el ingreso, cruzando la frontera, a 47,771 haitianos y el Ejército de República Dominicana a 32,071, para sumar 79,842 no admitidos por no tener la documentación necesaria.
“Necesitamos desarrollar mecanismos de cooperación nacionales e internacionales que tengan en cuenta la movilidad humana. La migración no es un fenómeno nuevo; ni está creando la amenaza dramática que muchos hablan. La mayoría de los migrantes se mueven de manera ordenada entre países y realizan una contribución abrumadoramente positiva a sus países anfitriones y sus países de origen”, aseguró Guterres.
En los últimos años, la República Dominicana también ha acogido a migrantes venezolanos que han salido de su país a consecuencia de la crisis política y económica existente en la nación gobernada por Nicolás Maduro.
En agosto pasado, el ministro de Interior y Policía de la República Dominicana, Carlos Amarante Baret, informó que entre 18,000 y 20,000 venezolanos se han instalado en el país tras abandonar el suyo. Precisó que la mayoría se encuentra de forma irregular en suelo dominicano y que esta cantidad se mantiene “flotante” porque “entra y sale del país”.
Un pacto global por la migración
La Declaración de Nueva York respalda la necesidad de que haya una mayor cooperación internacional sobre los refugiados y migrantes. Fue adoptada el 19 de septiembre de 2016 por los jefes de Estado y de Gobierno y altos representantes, reunidos en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York el 19 de septiembre de 2016.
Con esta se comprometieron, entre otras cosas, a reconocer expresamente que la protección a las personas refugiadas y la ayuda a los Estados de acogida son responsabilidad compartida, y deben ser asumidas de forma más equitativa y predecible, y brindan su firme apoyo a los países afectados por los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes.
Ahora se busca alcanzar dos pactos mundiales en 2018: uno para los refugiados y otro para la migración segura, ordenada y regular.
En diciembre próximo se desarrollará en México una reunión preparatoria con el fin de delinear el borrador cero para la negociación del pacto mundial para la migración. Este acuerdo tendrá como objetivo proteger a los más vulnerables, aprovechar los muchos beneficios que los migrantes aportan a sus países de origen y de acogida, y abordar los factores de la migración irregular y forzada.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destacó que casi la mitad de todos los migrantes son mujeres y niñas, “y el pacto mundial debe responder plenamente a sus necesidades y a sus voces”.
Se estima que más de un millón de personas se han desplazado este año por la violencia. En Myanmar, más de 400,000 refugiados han huido a Bangladesh.
Louise Arbour, representante especial de la ONU para la migración internacional, indicó que la migración no va a desaparecer, pero su configuración va a cambiar por asuntos como el cambio climático, la naturaleza del trabajo y las aspiraciones propias.
Instó a que el pacto global se base en la realidad.
Mariela Mejía
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