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ONU ve programas de alimentación escolar de Latinoamérica como modelo mundial

RÍO DE JANEIRO.- Los programas de alimentación escolar de Latinoamérica son modelo mundial y están siendo adoptados en países asiáticos y africanos gracias a acuerdos de cooperación, dijo en entrevista con Efe la investigadora del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas (ONU) Carmen Burbano.

"Latinoamérica es actualmente la región en la que hay más ejemplos de buenas prácticas en alimentación escolar. En varios países de la región estos programas tiene cobertura casi universal", afirmó Burbano, principal autora de un informe que el PMA divulgó hoy sobre la alimentación que se ofrece a los niños en las escuelas.

La representante del PMA, con diez años de experiencia en alimentación escolar, citó específicamente los programas de Brasil, México, Ecuador y Colombia como los más eficientes y estables entre los ofrecidos en los países en desarrollo.

La especialista ecuatoriana fue una de las principales expositoras en el XVI Foro Global sobre la Nutrición Infantil, la mayor reunión anual de expertos en alimentación escolar, que concluyó hoy en el balneario brasileño de Costa do Sauipe.

Según el primer informe de la PMA sobre el Estado Mundial de la Alimentación Escolar, unos 368 millones de niños (es decir, la quinta parte del total de menores en el mundo), de 169 países desarrollados y en vías de desarrollo reciben comida en sus escuelas todos los días.

El estudio alerta que, pese a tratarse de una práctica extendida y muy efectiva para combatir la desnutrición, la cobertura de los programas es mínima en los países en que más se necesita.

En los países de menores ingresos, con mayores índices de pobreza y desnutrición, el 18 % de los niños recibe una comida diaria en la escuela. Esa cobertura se eleva al 49 % entre los países de ingresos medianos y es casi universal en los países desarrollados.

"Es la primera vez que tenemos datos mundiales sobre la alimentación escolar. Antes sólo teníamos informaciones fragmentadas y ya sabíamos que estos programas eran importantes redes de protección social a nivel mundial", afirmó Burbano, una de las responsables por la División de Estrategias de Políticas del PMA.

De acuerdo con la especialista, formada en Administración Pública por la Universidad de Harvard, Latinoamérica es una excepción debido a que, pese a ser una región en desarrollo, en muchos países la cobertura de los programas es casi universal.

"De manera general es una de las regiones que destaca como una de las más innovadoras en el área. Además de ejemplos de programas con cobertura universal como los de Brasil y México, hay ejemplos como el de Chile, que se destaca por atender a los más vulnerables, o el de Honduras", afirmó.

Otra ventaja de los programas latinoamericanos, específicamente el de Brasil, es que intentan vincular la alimentación escolar a la agricultura familiar.

"Al ofrecer en las escuelas alimentos cultivados por los agricultores más pobres, los programas no sólo tienen efecto positivo en la nutrición y la educación de los niños, sino también en el ingreso al mercado de los pequeños agricultores", afirmó.

Burbano dijo que actualmente Brasil ofrece asistencia técnica en programas de combate al hambre y la desnutrición infantil a seis países africanos.

México y Chile también han firmado acuerdos de cooperación Sur-Sur para diseminar sus buenas prácticas entre los países en desarrollo, principalmente africanos y asiáticos.

Esta cooperación, afirmó la experta, beneficia principalmente África y a algunos países asiáticos, como Bangladesh, Indonesia y Camboya, que reciben asistencia técnica para que amplíen la cobertura y la eficacia de sus respectivos programas.

La investigadora aseguró que, dada la importancia de estos programas, algunos países de elevados ingresos que tuvieron que reducir sus presupuestos sociales para hacer frente a la crisis, como España, Grecia y Portugal, están esforzándose por ofrecer alimentos en las escuelas.

"Pese a las medidas de austeridad, estos países están intentando ampliar sus programas debido a que detectaron que, por la propia crisis, los niños están llegando a la escuela sin alimentarse y los índices de desnutrición están subiendo", dijo.

En Ginebra

Unos 368 millones de niños, es decir, uno de cada cinco en el mundo, reciben diariamente comida en las escuelas, tanto en los países emergentes como en los desarrollados, informó el Programa Alimentario Mundial (PAM).

"La alimentación escolar contribuye a mejorar la salud y la educación de los niños, y pretende evitar que existan carencias nutricionales que comprometan el desarrollo de los menores durante sus primeros cien días de vida", recoge el informe "La situación de la alimentación escolar en el mundo 2013", publicado hoy por el PAM.

Estos menús son proporcionados en el desayuno, en el almuerzo o como un "snack", para que sean consumidos en el colegio, y su número depende de la realidad social del menor.

El documento recoge que alimentar a un niño cuesta al año una media de 44 euros en los países de bajos y medios ingresos, mientras que en los países de ingresos medios-altos o altos asciende a 288 euros.

En el mundo, cada año se invierten 58.000 millones de euros para cubrir las necesidades nutricionales de los niños escolarizados en infantil, primaria y secundaria, recoge el texto.

Por regiones, las que invierten en mayor medida en los proyectos de menús escolares son el sur de Asia, que destina 94 millones de euros cada año; América Latina y el Caribe, 66 millones; este de Asia y el Pacífico, 37 millones, y Norteamérica, 35 millones.

Las que menos invierten son África Subsahariana, 30 millones de euros; Europa y Asia Central, 21 millones, y, por último, Oriente Medio y el Norte de África, 10 millones.

La mayor parte de la financiación de estos programas procede de los propios gobiernos, pero en los estados más pobres es imprescindible el apoyo de los donantes, que aportan el 83 % de los fondos que se destinan para la alimentación de los niños en los centros educativos de estos países.

El PAM se mostró preocupado por que la cobertura de los programas de alimentación aún sea menor en los países donde las necesidades son mayores.

"La proporción de los niños de primaria que reciben menús en las escuelas es sólo del 18 por ciento en los países de bajos ingresos, mientras que en los de ingresos medios-bajos asciende al 49 por ciento", agregó el Programa Alimentario Mundial.

Por otro lado, este organismo aclaró que muchos países refuerzan sus planes de comida escolar ante una situación de crisis.

"En los últimos cinco años, al menos 38 de los países de los 67 analizados reforzaron sus programas de alimentación en las escuelas para hacer frente a conflictos armados, catástrofes naturales, crisis alimentarias o financieras", aseguró el PAM.