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Guerras
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Guerra y elecciones

Mucha gente se dedica a la política ignorando que las leyes de la guerra son aplicables a la actividad electoral.

Traigo esto a cuento porque por ahí se acercan las elecciones y las primarias y algunos todavía piensan que pueden continuar actuando como si se tratara de un torneo de caballeros.

Karl von Clausewitz publicó sus “leyes” en una obra titulada “De la Guerra” que han sido objeto de profundo estudio desde su publicación en 1832.

¿Qué nos enseña el estratega alemán que sea aplicable a la política?

Primero, el uso ilimitado de la fuerza. A las elecciones como a la guerra, se va a ganar. No hay “manera artística” de derrotar al enemigo. Lo importante es derrotarlo sin piedad y, por tanto, destruirlo.

Segundo, al enemigo no se le dan “prendas”, es decir, nada que pueda utilizar en nuestra contra.

Tercero, el máximo despliegue de fuerzas y su corolario, la economía de fuerzas. Como los procesos son cambiantes, no se puede precisar la cantidad de recursos necesaria para vencer. De ahí, el máximo despliegue de recursos se convierte en la regla. Pero los recursos son escasos. De ahí la importancia de la mejor inversión. Por eso, muchas actividades han desaparecido por su costo.

Los políticos olvidan el principio de la polaridad. La guerra y la política tienden a la polarización, de ahí la obligación de los terceros partidos de aliarse a los que representan los polos. No hay tercer partido neutro.

Finalmente, hay que encontrar el “centro de gravedad” del enemigo, su punto débil, y concentrar todo el fuego hacia ese objetivo. Seguiremos...

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