La otra cara del discurso

Todavía se habla del discurso de rendición de cuentas que pronunciara el presidente Danilo Medina ante la Reunión Conjunta del Congreso Nacional.

Casi todos los comentarios que se escuchan son negativos, pero sin aportar razones y resulta sumamente extraño que al Gobierno parece que le bastó con la sesión en el Congreso, porque no ha mantenido una ofensiva mediática con respecto a esa alocución.

Yo veo el discurso desde la perspectiva del vaso medio lleno, porque detrás de toda acción gubernamental, por más demagógica que sea, hay un beneficio social.

Por ejemplo, las visitas sorpresa. Se les podrá llamar populistas, reeleccionistas o lo que usted quiera, pero son una ventana de aire fresco para los campesinos que se benefician de los aportes que le hace el país, vía el programa presidencial. Las visitas se me parecen al caso de aquel que devolvía al agua estrellas de mar. Alguien le dijo que eso no tenía sentido, y arrojando una al mar, respondió: “Para ésta lo tiene”.

Otro ejemplo: Punta Catalina. Será un aporte significativo al sistema eléctrico que debe tener un impacto sobre la calidad de vida de los dominicanos de múltiples formas. Lo del precio lo veremos cuando alguien oferte comprarla, pues los inversionistas saben más de negocios que los opinadores de oficio.

Desayuno y almuerzo escolar. La calidad de la educación es un tema pendiente que no depende exclusivamente del Gobierno, pero salgan a preguntar a los padres de los barrios y campos lo que significa para ellos que sus hijos sean alimentados en las escuelas.

Seguiremos con otros temas del discurso.

Adriano Miguel Tejada