La pipa de la paz...

Dos conflictos se han apaciguado en cuarenta y ocho horas con los antagonistas en aparente sintonía. Hipólito Mejía y Luis Abinader habrían acordado llevar a Carolina Mejía a la secretaría general del PRM y al senador Paliza a su presidencia. Todos tranquilos hasta nuevo aviso. Se trata de ganar tiempo, no dejar correr plazos y apaciguar a las bases.

El ministro de Turismo salió de su mutismo y Asonahores enterró el hacha de guerra. Aquí, también, todos tranquilos hasta nuevo aviso.

Fitur, la feria de turismo que se celebra a partir del 17 de enero en Madrid, se adivina el escenario de una minicumbre entre autoridades y hoteleros. Francisco Javier desembarcará en Barajas con un séquito bastante importante. Siempre lo hace y este año, a poderío no le puede ganar nadie, con el patio tan revuelto como está.

El acuerdo de una mesa técnica ha quedado muy elegante, pero en realidad los abogados se han replegado para ganar tiempo. Aquí hay que ver quién, cómo y cuándo va a beneficiarse de un nuevo esquema de turismo. Los 10 millones de turistas no son un plan, son un eslogan. Y el problema no es que falte dinero o interés en invertir y construir hoteles para alojarlos sino cómo van a ser y dónde van a estar esos miles y miles de habitaciones. Y sobre todo quién y por qué se ha beneficiado de un cambio de visión tan drástico y tan opaco. Y más importante aún, qué van a hacer los perjudicados. (¿O jugamos todos o rompemos la baraja?)

Cuando en estos asuntos como estos dos se saca a relucir la importancia del diálogo, hay una alta probabilidad de que haya ya un acuerdo. Tristemente, a menudo se fuma la pipa de la paz para la foto o para ganar tiempo de cara al público mientras se negocia en el reservado. IAizpun@diariolibre.com

Inés Aizpún