La guardia a la frontera

Escribimos estas notas como un grito ante los acuciantes problemas que las instituciones “competentes” no resuelven. En esta ocasión me refiero a la problemática de la invasión de ilegales haitianos que desde siempre han estado afectando a nuestra nación.

Entendiendo que la función principal de las fuerzas armadas es defender el territorio ante la agresión foránea y que, en nuestro caso, esa agresión proviene de la invasión masiva de ilegales extranjeros que merman nuestros recursos, se deduce que lo que manda la situación es que el grueso de nuestro ejército esté de puesto en toda la línea fronteriza cumpliendo con su deber de salvaguardar el suelo patrio.

Si contamos con 60,000 guardias y una línea fronteriza de 380 kilómetros es factible que, con el adecuado apoyo tecnológico (drones, lentes de visión nocturna, etc.) y logístico, nuestras fuerzas armadas podrían cumplir eficazmente con su labor lo cual redundaría en grandes beneficios para el país como menos señalamientos de la comunidad internacional, menos inconformidad de la ciudadanía, permitir un trabajo efectivo de otras instituciones (turismo, migración, trabajo, alcaldía, ambiente, salud, etc.), mejores índices de salubridad, menos arrabalización de los espacios públicos, mejor calidad de los servicios hospitalarios y escolares, más oportunidades para la mano de obra criolla, menores índices de violencia, menos agresión a nuestra foresta, entre otros.

Si usted como Comandante en Jefe hace lo que tiene que hacer, esta problemática, que podría complicarse en el futuro, estaría definitivamente solucionada en el presente.

Miguel Ángel Aquino R.

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