Régimen de consecuencias

Es tiempo ya de implementar el verdadero régimen de consecuencias. El sistema que tenemos hoy día es muy novedoso, “chévere” y todo lo que se quiera para involucrados en actos de corrupción... pero la verdad es que es muy “light”, y por eso despierta constantemente los apetitos de los que están a dieta de moral. Pienso que es una de las razones más importantes del porqué la inversión de valores en nuestra sociedad.

¿Cómo educan los funcionarios públicos (que ya son muchísimos) a sus hijos? ¿Qué dicen las amistades de sus hijos cuando los ven ostentar tanto poder heredado de sus padres, mientras éstos ocupan posiciones públicas? Pues imagino que lo normal, por la inmadurez propio de su edad, lo disfrutan muchísimo y sus amigos y relacionados... ni se diga. Ellos dirán que es “cool” tener un amigo hijo de un funcionario público.

Me imagino que, si el padre de la Psicología, Abraham Maslow, estuviera vivo y analizara las costumbres actuales dominicanas, tendría que crear un nuevo peldaño en su Pirámide de las Necesidades: Pertenecer a la clase política.

Sr. Presidente, recuerde que los que no pertenecen a esa clase, también somos muchos y queremos que cese esta inquietante impunidad. ¿Usted cree que es suficiente con destituir a funcionarios cuando se presume que está o estuvo involucrado en actos de corrupción? La idea no es destituirlos porque sean leonelistas o de la oposición, la idea es que se aplique todo el peso de la ley: Someterlos a la justicia y expropiarles los bienes, cuando se demuestre que fueron obten idos como producto de dichos actos. Esto realmente sería aleccionador.

Jenny Beltré

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