¿Ahora les tienen pena a los chiquitos?
Democracia es opción y participación...
El éxito de la democracia como del capitalismo está en la concurrencia, una de candidatos y el otro de mercados. La democracia, por ejemplo, se enaltece cuando fluye en el interior de los partidos. Incluso ese podría ser el quid para determinar si una democracia es amplia o recogida. O los límites que se impone o permite le impongan.
La Ley de Partidos fue un episodio crucial para conocer el temperamento de la llamada democracia interna, la que se observa o aplica al interior de las organizaciones.
Las primarias abiertas o cerradas fue un trance de imponderables y todavía no se tiene un panorama claro al respecto.
Se aprecia miedo a la participación, y el ánimo es de restringir y no que a la manera china se abran cien flores y compitan cien escuelas.
Ahora con Leonel en el ruedo – abiertamente – y con Danilo jugando solitario, se reacciona con pena por la suerte de los candidatos alternativos. Se les cree sin chance ni posibilidad y con un horizonte de declinación, como si no hubiera suficiente harina y azúcar para que el pastel sea grande y alcance para todos.
Una forma de negar la democracia o volver a la fase censitaria.