Amores que se revelan en las visitas...

La Bicameral no puede quejarse, todavía no logra el consenso entre los partidos, pero doquier va le sirven la mesa. Los reformistas la esperaron con un banquete como si quisieran atontarla con un almuerzo en forma, con tenedor y cuchillo, vino, postre y café.

Los peledeístas le ofrecieron entremeses diversos, jugos y agua, que es lo que se brinda en la Casa Presidencial cuando se reúne el comité Político. Aunque el precedente reformista hizo ver el agasajo como una picadera.

Los perremeístas no la botaron, y era imposible que lo hicieran, pues lo que viene de la Junta solo alcanza para abonar la deuda.

No fue que hubo precariedad, y a caballo dado..., pero en servicios de mesa los reformistas y los peledeístas ganaron a los perremeístas.

Aunque en cariño, ambiente y ánimo los modernos superaron a los demás. Lo dicen los interesados y por igual los convidados. Afectos personales que se habían enfriado por razones políticas fueron renovados, y hubo abrazos que dejaron con la boca abierta a más de uno.

Por ejemplo, el de una santiaguera con un sanjuanero. “No sabía que ellos se querían tanto”. El Bautista salió Félix con su Jordán a cuesta.

Diario Libre