El dinero y las posibilidades electorales
El PLD recibió una loma; el PRM, bueno...
En Estados Unidos, modelo de democracia que aquí se replica, la buena recaudación es un elemento de éxito político. Si el dinero fluye, y lo hace en grandes cantidades, significa que los cotizantes ven al candidato con posibilidades.
Nadie bota sus cuartos, aun cuando en Norteamérica abunde, o los estadounidenses sean exagerados en todo, incluyendo aportes a las campañas políticas.
En Dominicana no debiera ser menos, pues los renglones de gastos son parecidos y los propósitos son los mismos: ponerse en el trayecto del poder.
La Ley de Partidos que tanto se critica empieza a dar frutos.
Se sabía que los costos de la política habían subido de manera extraordinaria, pero no se conocía la cuantía. La obligación de reportar a la Junta va poniendo en evidencia lo que era cálculo de postor distante.
Ahora se tiene lo grande del bacalao, pero también cómo se corta. No a partes iguales, pues no es lo mismo noruego que canadiense.
Uno abunda, el otro escasea.
A los oficialistas les ingresa más que a los oposicionistas. Gonzalo y Leonel compiten en montos, Hipólito y Luis dejan qué desear.
Ahora se explican las convocatorias y las asistencias.