El fuego graneado de Masalles
Los tiros del domingo hoyaron varios blancos
Aseguran los que saben de pelota que muchos jugadores que formaron parte del equipo dominicano en el Clásico 2017 no participarán en la edición del 2021.
No serán dejados fuera, sino que la sustitución operará de manera natural. El tiempo no perdona, y menos en un deporte de alta competición como el béisbol. El pelotero pobre dedicará sus últimos años al softball y el rico al golf.
Lo mismo sucede en otros ámbitos de la vida nacional.
No es casual que el obispo de Baní disparara como si fuera desde Los Molinos en momentos en que se honraba al ex arzobispo de Santo Domingo.
Tampoco que hablara como epígono de la Teología de la Liberación en la fecha que La Antorcha contra la Corrupción llegaba a la capital.
A Masalles se le vio como heredero de López Rodríguez, y dicen que se preparó con tales fines. Aunque desde el principio fue obvio que no tomaría la sartén por el mango, sino por abajo, por donde quema.
El pasado domingo lanzó al aire un ramillete de granadas, y al desatarse fueron a caer al parque Independencia, la sede del Episcopado y el Palacio Nacional.
Esto es, a la izquierda del Cardenal.