El procurador usando el mismo libro

El procurador deberá cambiar el librito que norma su gestión o chequear si está leyéndolo al revés o aplicándolo de manera equivocada.

Como en el país no quedan muchas librerías y Casa del Libro o Amazon se toman su tiempo, debería buscar otro procedimiento para cumplir con la ley y que nadie proteste. Una sería salir por las calles a preguntar por fulano o zutano, o contratar una firma encuestadora, o realizar primarias abiertas antes de preparar expediente o formalizar acusación. Siempre comete el mismo error, antes con Odebrecht y ahora con Los Tres Brazos, al incluir entre los prevenidos a empresarios o funcionarios que están por encima de toda sospecha.

A apóstoles que acompañaron a Jesús en sus años de prédica por Galilea y Los Tres Brazos y continúan en la tierra cuidando que se cumplan los fines del Evangelio.

Debió corregir con Odebrecht, y de muchos quedaron menos, y ahora deberá hacer lo mismo con la venta de títulos. Un público atento se está rasgando las vestiduras, pues considera un abuso que en el encarte aparezca María Magdalena.

Crió fama en titulación y dormía tranquila hasta que fue despertada con la Guardia de Mon.

Diario Libre