Hay preguntas que no se hacen...
Dos horas y media de discurso, nuevo récord
El presidente habló durante dos horas y media, un nuevo récord personal, y la primera queja fue de los muchos temas que pasó de largo. Si el ejercicio del poder o la rendición de cuentas fueran programas de radio pidiendo peticiones, el mandatario debió tocar música todo el día.
Nadie piensa que si no habló de esto o de lo otro es porque considera que esto y lo otro no tienen importancia, o no los cuenta entre sus prioridades, o sencillamente no hubo en el año pasado logros que exhibir. De la abundancia del corazón habla la boca dijo un evangélico que merodeaba por la zona y no se le puede pedir peras al olmo replicó un teórico de café.
Lo cierto, sin embargo, fue que hubo omisiones, olvidos, lagunas, y conviene entretenerse buscando razones. Aunque habría que ver. No mencionó a la Junta el miércoles, y sin embargo, el viernes la estaba recibiendo en Palacio. ¿Qué hubiera sido mejor, referirse a ella o discutir con el pleno sus carencias?
Hay preguntas que no se hacen o respuestas que no se dan, apreció un mentecato en las redes. Una acción vale más que mil palabras dijo un estadista de corte inglés. Asigún, pues.