La histeria ¿inexplicable? de estos días

Los partidos hacen sus cálculos, pero también sus apuestas, aunque no todos con iguales medios y en las mismas bancas. Algunos usan ábacos y locales que queden en esquinas y no a mitad de cuadra.

Se vale a más y a menos.

El juego podría ser lícito y transparente, pero curiosos que están en la puerta pueden no entenderlo ni pensar que ese pago implique ganancia.

Por ejemplo, ¿qué beneficio pueden conseguir los partidos que dedican el grueso de su trabajo político a descalificar encuestas que no les favorecen, leyes que no les convienen, como la de Partidos y Electoral, y atacar a la Junta? Las encuestas seguirán siendo encuestas, las leyes disminuidas y apropiadas serán de aplicación general y obligatoria y los fallos del organismo podrán adolecer de todo, pero como entidad debe preservarse.

El TSE existe, pero existe porque existe la JCE, y el TC, entre sus muchas ocupaciones tiene enderezar, si fuera de lugar, las decisiones de esos órganos electorales.

La histeria no es buena consejera, y cuáles que fueran los motivos y los propósitos, en muchas de las enmiendas de estos días hay histeria.

Y ninguna de origen hormonal.

Diario Libre

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