Leonel y Guillermo, o el desencuentro

Nadie recuerda haber visto a Leonel saludar a Guillermo o a Guillermo dar la mano a Leonel, aun cuando ambos acudieron a la cita de la Junta, estuvieron en el mismo salón y con solo otro de los invitados de por medio.

Uno pregunta aquí y pregunta allá, y todos responden a la manera de Cecilia García, y muy propio del dominicano: “Yo no me doy cuenta”.

El caso es interesante, porque revela que la gente cambia y cambia, pero hasta un límite. Lo cortés no quita lo valiente dícese hasta entre políticos.

Aunque vale traer a cuenta que Alberto Cortez y Facundo Cabral, en un concierto, jugaron con las palabras e hicieron risueño el sentido.

El presidente del PLD anda por doquier, y por doquier se ve obligado a intercambiar con gente diversa y contraria, y decente como es, no rehúye el contacto. Con el presidente de Alianza País no pasa igual, y es cosa de ahora, pues a principio de la primera administración Guillermo fue fiscal del Distrito. Solo que después, y en los últimos años, lo persiguió con saña y de manera impiadosa. No logró el propósito de meterlo preso, pero sí provocar un rencor que dura.

Diario Libre